Hace un tiempo contábamos la curiosa historia de dos canciones que comparten letra. Se trata de Y nos dieron las diez, de Joaquín Sabina, y Ojos de gata, de Los Secretos. Las canciones son historias, pero al mismo tiempo la creación de las mismas guardan historias de lo más interesantes y que muchas veces desconocemos.
En esta ocasión Álvaro Urquijo ha revelado otra anécdota que le unió los caminos del de Úbeda con Los Secretos. La canción protagonista es Por el bulevar de los sueños rotos, la cual Sabina incluyó en su noveno disco, Esa boca es mía, publicado en 1994.
La canción tiene una historia muy curiosa. El propio Álvaro Urquijo la ha contado en Historia de una canción, un contenido original de El País.
Joaquín Sabina escribió la letra de Por el bulevar de los sueños rotos y pidió ayuda a Enrique Urquijo para que le pusiera música a la canción. No obstante, este guardó el papel doblado en su cartera y se olvidó del asunto, hasta que pasaron cuatro meses y sonó el teléfono en casa de los Urquijo.
«Serían las 10 o las 11 de la mañana, mi hermano Enrique estaba aún durmiendo y yo me acabaría de levantar«, explicaba Urquijo. Quien estaba al otro lado del teléfono era Paco Lucera, el mánager de Joaquín, el cual le decía que no hacía falta que se pusieran a trabajar en la canción que entregó Sabina a Enrique Urquijo, pues trabajarían el proyecto por otro lado y no querían que ocurriera lo mismo que pasó con Y nos dieron las diez y Ojos de gata.
«Qué pena porque justo estábamos ahora con una idea«. Esto fue lo que le dijo Álvaro Urquijo a Paco Lucera, a pesar de haberse enterado en ese momento de que su hermano tenía una letra de Joaquín. Al rato Lucera vuelve a llamar y les pide acudir al estudio con la maqueta en la que supuestamente estaban trabajando.
«Me encontré con la situación de que había mentido, no tenía ninguna letra«, expresaba Álvaro, que cogió la guitarra tan solo unas horas antes de presentar el proyecto en el estudio y creó el tema que pasó a la historia. Este reconoce que no le costó mucho, pues Sabina «tenía esa virtud de escribir como si fuera música». «Yo cuando lo leí casi lo podía cantar. Parecía que tenía partes donde respirar y todo. Esa maestría poca gente la tiene«, reconoce.
Se dejó el corazón en Madrid
¡quien supiera reír
Como llora Chavela!
La canción es un claro homenaje a la mexicana Chavela Vargas. En una parte de la canción se hace una referencia a una canción de la artista: «ponme la mano aquí, Macorina«. No obstante, cuando Álvaro Urquijo interpretó la canción ante Sabina y compañía dijo «Macarena», lo que causó las risas de los presentes. Esto hizo que el hermano de Enrique creyera que no les había gustado cómo había quedado el tema.
Pero nada más lejos de la realidad. Sabina terminó llamando a Urquijo para decirle que se quedaban con su versión de la canción. «Le estaré agradecido de por vida«, confesaba Álvaro.
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