Un nuevo estudio, realizado por investigadores griegos y publicado en el European Journal of Preventive Cardiology, afirma que mascarilla agrava los efectos ya nada buenos del tabaco.
Y es que el uso prolongado de las mascarillas y el hábito de fumar hace que se duplique el monóxido de carbono que se exhala, algo que termina deteriorando los vasos sanguíneos.
Tal y cómo explican desde Nius Diario, «El estudio se realizó con una muestra pequeña de trabajadores sanitarios con una edad media de 45 años. En estas personas, la cantidad de monóxido de carbono exhalado prácticamente se duplicó al tener que llevar mascarilla quirúrgica continuamente durante sus turnos de trabajo, algo que no pasaba entre los no fumadores.»
Los autores del estudio han visto este efecto entre los que fuman cigarrillos tradicionales cómo los que fuman cigarrillos electrónicos. El mismo medio explica que «El problema para los fumadores con mascarilla es que se incrementa la reinhalación del monóxido de carbono, lo que tiene después consecuencia en procesos de daño vascular. «
Uno de los autores de la investigación, el profesor Ignatios Ikonomidis, de la Universidad Nacional y Kapodistriana de Atenas afirma que «el estudio sugiere que fumar cualquier producto del tabaco se ha vuelto aún más peligroso durante la pandemia de COVID-19 debido a la necesidad de llevar una máscara durante largas horas»
Tal y cómo explican desde El médico interactivo, «Los investigadores estudiaron los niveles de monóxido de carbono exhalado en los fumadores mientras llevaban una mascarilla durante las horas de trabajo y los compararon con los niveles de monóxido de carbono durante los días libres sin mascarilla. En un segundo paso, los investigadores examinaron si el cambio en la exposición al monóxido de carbono iba acompañado de un deterioro de la función de los vasos sanguíneos.»
El resultado es «que fumar cualquier producto del tabaco mientras se lleva una mascarilla puede perjudicar aún más la función de los vasos sanguíneos en comparación con los periodos sin mascarilla, al menos en parte debido a la mayor reinhalación de monóxido de carbono y/o vapores ricos en nicotina. «. Sin duda una razón más para «invitar» a los fumadores a dejar el tabaco.
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