La influencer Mara Jiménez visita a los Davides en Menudo Cuadro y hace un alegato en favor de la diversidad de cuerpos y habla de la importancia de detectar y tratar los trastornos de conducta alimentaria.
¿Puede haber un apodo mejor que “madre de croquetas”? En Menudo Cuadro lo tienen claro: no. Esta semana visita a David Insua y David Andújar Mara Jiménez, la mujer que está detrás de Croquetamente, la cuenta que arrasa en Instagram y TikTok.
La invitada empieza revelando el porqué de este apodo, que se debe a una mezcla entre dos referencias: las
croquetas de su abuela y la serie Juego de Tronos. En el episodio de esta semana, se abordan temas tan importantes como son la salud mental, los TCA y el papel que tenemos cada uno de nosotros en la autoestima de los demás. A este
respecto, Mara habla abiertamente de cómo ha evolucionado la relación con su cuerpo y de la lucha constante que tiene que vivir contra la gordofobia.
Además, admite que creó las redes de Croquetamente con la intención de generar un espacio seguro, de comprensión.
Su deseo, confiesa, es convertirse en la voz que en su día no ella no tuvo y tejer una red de apoyo con otras personas que se encuentran en la misma situación. Ese, asegura, es el motivo por el que todo lo que hace merece la pena.
Las redes sociales de Mara Jiménez mezclan dos conceptos: la salud mental y el uso del humor. Sin duda, el éxito la acompaña: en Instagram cuenta con casi 300.000 seguidores y más de 200.000 en TikTok, donde roza tres millones de me gusta con sus vídeos.
Fuera del mundo online, triunfa con Gordas, la obra de teatro creada y dirigida por Carlos Mesa que protagoniza junto con Teresa López Cerdán.
La invitada de esta semana recalca que las personas que no tienen un cuerpo normativo están forzados a pedir disculpas constantemente. Además, reconoce que guarda mal recuerdo de la adolescencia y asegura que no querría volver a vivir esa etapa nunca más.
Mara se abre con David Andújar y David Insua en el programa de esta semana hablando sobre su TCA y acerca de la depresión que padeció cuando tenía 18 años. Narra que, en esa época, a pesar de que su cuerpo era más normativo que en otros momentos, la felicidad se desvaneció y creyó que todo por lo que había luchado no servía para nada porque no
conseguía sentirse bien.
Tanto la invitada como los presentadores coinciden en la necesidad que toda persona tiene de encajar durante la adolescencia y hacen hincapié en la importancia de trabajar la autoestima, aunque aseguran que nunca se pondrá fin a este tipo de complejos mientras la opresión de la diversidad corporal y la presión estética sigan estando presentes en el
mundo. No esperes más para escuchar el testimonio completo en el nuevo programa de ¡Menudo Cuadro!
Por Laura Escarza
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