Si tienes niños pequeños a lo mejor estas vacaciones te ha surgido la duda de si es mejor que en los viajes ellos lleven su propia maleta. Nos referimos a una especialmente diseñada para niños. Hoy te contamos los pros y contras de este tipo de maletas que, eso sí, en ningún caso deben superar el quince por ciento del peso corporal del niño.
Por regla general a los peques les hace ilusión llevar su propia maleta. Hay muchas colecciones con motivos de dibujos de personajes conocidos para ellos y, sobre todo, más manejables. Esto es ideal para motivarles a la hora de guardar su ropa y juguetes.
Además del precio debemos fijarnos en factores como la resistencia, la capacidad y, por supuesto, el tamaño y la seguridad de la maleta, además de en que sea fácil para ellos llevarla.
Podemos escoger una maleta rígida o blanda. Las blandas, de nylon o poliéster, son más flexibles, suelen ser más económicas que las rígidas y pesan menos, además de que colocar el equipaje en ellas es más sencillo. Las tipo trolleys, rígidas, son menos flexibles pero más resistentes.
Debes fijarte en que sea una maleta segura, esto es, que tenga elementos para su protección como un borde de goma para evitar que el niño se haga daño al cerrarla o estabilizadores para evitar que se vuelque si se suben encima. En cuanto al interior es mejor que cuente con forro, gomas elásticas y compartimentos separados, con cierres, de cremallera o con clic.
Escoger una específica para ellos tiene algunas ventajas, además de que es una buena manera de enseñarles sobre independencia y responsabilidad.
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