En el vídeo se ve a Lucía conduciendo mientras Alba explica entre risas: “Me voy riendo porque le han puesto a la abuela la vacuna de la rabia. ¿Nos puede pasar algo más, señora?”. Y proseguía: “Hemos tenido que llevar a Freshito. Y como yo estoy convaleciente, pues la abuela ha agarrado al perro para que le pusieran la vacuna de la rabia y al final se la han puesto a ella”.
En ese momento Pariente enseñaba a la cámara el aparatoso vendaje de su dedo y dice, “Ha sido un accidente. Entre el perro, el pelo, la cabeza, y no sé qué ha pasado al final me ha tocado a mí” y aclaraba, “Pero que conste que no me ha hecho efecto. Que es una dosis muy chica”.
Y es que todo parece haber ocurrido porque Fresh, un pomerania blanco, no se estaba quieto, por lo que al final la aguja ha ido a parar al dedo de Lucía. Finalmente madre e hija se lo han tomado con humor esperando sobre todo que Lucía no tenga efectos secundarios por la vacuna.
Entre los más frecuentes están «dolor, enrojecimiento, inflamación o picazón en el sitio de la inyección (y) rara vez se han notificado síntomas como dolor de cabeza, náuseas, dolor abdominal, dolor muscular y mareos», tal y como explica la revista Diez Minutos, refiriéndose a la información que ofrecen desde la web del Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
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