Para poder tomar una mayor conciencia, cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente y también el lenguaje con el que nos comunicamos con la pareja, desde Cadena dial hemos querido recopilar algunos de los mitos del amor románticos más arraigados y extendidos en la sociedad para saber identificarlos y en su lugar, fomentar vínculos sanos y de responsabilidad afectiva.
No, quien bien te quiere te respetarla, ye apoyará y te ayudará a batir tus propias alas, pero jamás querrá verte sufrir. Algo bien distinto de que llores porque haya sucedido algo que os compete a los dos y que te esté afectando. No es lo mismo este tipo de vínculo que aquel en el que una persona hace todo lo posible para verte sufrir. Esta es una clara alerta de que este vínculo es tóxico.
No, la realidad es que a veces no es suficiente y, por eso, muchas parejas acaban poniendo fin a su relación. Querer a una persona no es garantía de que se puedan sobrellevar y gestionar todos los problemas. A veces, las cosas simplemente no fluyen, se estancan o simplemente, es necesario seguir siendo felices por separados. Ojo eso no quiere decir que tú no quieras a esas personas. Es más bien un acto de valentía por saber dejar marchar a una persona. Así que, no olvides en priorizarte siempre y mirar por aquello que sea más sano para los dos.
Este es uno de los mitos que sigue generando una gran controversia ya que parece que impera la idea de que necesitamos a una persona para que nos complemente, para ser feliz y para tener una vida completa. Sin embargo, la realidad es que tú de por sí eres una naranja entera que no necesita a otros seres para disfrutar de su vida y para llenarla.
Este es otro de los mitos que también debes saber ver, ya que es un canto a la dependencia emocional y a la necesidad de controlar y coartar la libertad del otro. Esta práctica también suele ser bastante tóxica ya que muestra un apego excesivo de la persona que te lo dice. Esto vuelve a responder a una inseguridad y al miedo atroz de perder a esa persona y del vacío que sentirás después.
Esta frase también tiene connotaciones que denotan presión social porque parece que solo va a existir una persona en todo el universo con el que vayas a ser feliz. Y la realidad es que no es así, hay conexiones especiales y personas importantes que se cruzan por nuestras vidas y que nos dejan grandes lecciones, pero eso no significa que lo que venga después sea peor. Puede ser diferente e incluso, mejor en algunos casos.
Los finales felices no siempre existen y los príncipes azules no han dejado de ser siempre una ensoñación, ya que la imagen que transmiten es que las princesas necesitan ser rescatadas por ellos, los príncipes, de todas las maldades y situaciones de peligro. Este pensamiento es algo que realmente debemos quitarnos de la cabeza porque realmente para que un vínculo sano se construya de forma sólida debe ser siempre desde el respeto y la admiración y nunca desde la necesidad.
Seguramente pienses que las parejas antes duraban más, pero la realidad es que muchas se callaban por miedo, por dependencia y, sobre todo, por el qué dirán. Algo casi inadmisible en la actualidad. Separarse, divorciarse o poner tierra de por medio después de muchos años o meses de relación es lo más normal. Lo que no es tan normal es el sentimiento de culpa y de insuficiencia que siempre nos acompaña tras la ruptura por creer que no hemos sabido estar a la altura o por no seguir luchando. Querida, hay amores que tienen fecha de caducidad y por mucho que insistas siempre habrá piezas del puzzle que no encajen. Así que, empieza a cambiar tu mentalidad y, sobre todo, a entender que hay relaciones importantes en nuestra vida que no durarán para siempre.
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