efecto pasillo

Los chicos de Efecto Pasillo se convierten en los Reyes… del mambo

Su nuevo trabajo discográfico ya se está cociendo

Noelia Bertol

¿Alguien pidió a los chicos de Efecto Pasillo para este 6 de enero? Encontrárselos debajo del árbol era una tarea complicada, pero que estos se convirtieran en los Reyes quizá no tanto. Eso sí, más que magos que reparten oro, incienso y mirra, los canarios se han convertido en los reyes de la música, concretamente en Los reyes del mambo.

Este no es simplemente el título de su nueva canción, sino también de su nuevo proyecto profesional: un nuevo trabajo discográfico que verá la luz este mismo año. Tras la celebración de su 10º aniversario, el grupo se ha llenado de energía para continuar grabando su nombre en la historia de la música.

¿Aún no has disfrutado de este nuevo lanzamiento? Aquí lo tienes: 


«En los próximos meses iremos desvelando, canción a canción, lo que será nuestro quinto disco ‘Los Reyes del Mambo’, que viene cargado de nuestra buena vibra de siempre y que tanta falta nos hace«, expresaba la banda junto al anuncio de este nuevo proyecto.

Eso es justo lo que más ansiamos, música que nos contagie buena vibra, ¿y quién mejor que Efecto Pasillo para llevarlo a cabo? El repertorio de la banda canaria está lleno de buen rollo, energía y optimismo ante la vida. Ejemplo de ello son temas como Pan y mantequilla, Cuando me siento bieno Similares.

Efecto Pasillo – Los reyes del mambo, letra

 

Llegan los reyes del mambo
la música suena
la plaza esperando

Vuelven la rama y el charco
la caña de azúcar
¡ya estamos cantando!

El ritmo tumbando
por la carretera
Dos viejos bailando
cadera con cadera
los jóvenes cantando
brindando en la escalera
y los niños saltando
charcos en la acera.

Sirve otro vaso de ron
que la tarde está buena
Que la fiesta se montó
en el barrio Las Banderas.

Llegan los reyes del mambo
la música suena
la plaza esperando

Vuelven la rama y el charco
la caña de azúcar
¡ya estamos cantando!

Lo sabe Maruquita
la viejita del tercero
que tiene a su yerno
trabajando camarero.

Él le puso un café a doña Rita
¡ay! que le supo a agua bendita

Se fue para la plaza con ganas de guasa
y se puso a bailar con Enrique,
¡qué pique! ¡qué pique!
Que suene la trompeta
y las campanas repiquen.

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