Fernando Tejero ha protagonizado una de las entrevistas más íntimas este vienes en ‘El Faro‘ de la Cadena Ser. En ella, el actor ha hecho un viaje en el tiempo repasando su vida desde que vivía en su ciudad natal, Córdoba, hasta su llegada a Madrid. En sus primeros días en la capital, Fernando Tejero se alojó en una pensión de la que no tiene muy buenos recuerdos.
El actor, que interpretaba a Emilio en ‘Aquí no hay quien viva’, ha relatado en el programa cómo fue su vida en ese pequeño alojamiento en el que se hospedó durante sus primeros días en Madrid. “Yo vivía una pensión en la calle Doctor Cortezo que me costaba mil pesetas la noche, y la verdad es que era una pensión decadente con una habitación que daba a un patio interior de la que subía una peste a calamares fritos…», ha explicado a Mara Torres durante la entrevista.
Tejero abandonó su ciudad natal donde trabajaba como pescadero con sus padres para luchar por su sueño de convertirse en actor. Ya en Madrid, ingresó en la Escuela de Arte Dramático y es ahí donde conoció al artista Dani Martín con el que mantiene todavía hoy en día una muy buena relación, ya que fue la persona que le ayudó a dejar esa pensión y le ofreció cobijo en la casa de sus progenitores en Algete.
Tras forjar una buena relación en la escuela de arte dramático, el artista tenía claro que Fernando Tejero no podía seguir viviendo en esas condiciones y tras hablarlo con su familia le propuso vivir con ellos. “Dani era compañero mío en clase y un día se presentó en la pensión. Ya había venido conmigo en alguna ocasión porque salíamos de clase y yo iba a dejar la bolsa o cualquier cosa a la pensión. Supongo que él vio aquella pensión y no le parecía bien que su amigo estuviese allí», ha explicado.
Precisamente por ese motivo, el cantante se presentó en la pensión del artista para pedirle que se fuera a vivir con sus padres. “Apareció con un billete de 10.000 pesetas que se lo había dado su madre para mí y me dijo que me fuera a vivir con ellos a Algete», ha declarado.
Fernando Tejero ha reconocido que se ha sentido como uno más de la familia y que les agradece todo lo que le han ayudado en su primera etapa en la capital. «Me sentí como un hijo más. Carmen y Manolo, a los que quiero muchísimo, son mi segunda familia. Aquí en Madrid me trataron maravillosamente e incluso pasé algún fin de año con ellos», ha acabado explicando.
