Como dice la canción, «tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor«. Quien tenga esas tres cosas se puede sentir todo un afortunado, si bien es cierto que cada una no tiene el mismo peso. La salud es fundamental y el amor mueve montañas. Estas funcionan por sí solas, como no lo hace por ejemplo el dinero, que si abunda en un lugar donde faltan el amor y la salud, de nada vale.
Leire Martínez es muy afortunada porque está rodeada de mucho amor. En sus redes sociales ha adelantado el día de San Valentín para gritar a los cuatro vientos su amor por su chico, el saxofonista gallego Miguel Sueiras.
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«Él es Miguel. Mi amigo, mi confidente, mi amante, uno de los grandes amores de mi actual vida, el que espero sea compañero de viaje de lo que me quede de ella, el que me respeta, me ama, me sana, me deja ser, me ayuda e impulsa a ser mejor, me escucha, me hace plantearme, me acompaña en silencio o me corta cuando se me va de las manos, el que quiere a los míos y cuida como propios, un hermano ejemplar, un amigo de los que casi no quedan, y profesional como pocos«, expresaba la vocalista de La Oreja de Van Gogh junto a una foto de ambos tumbados al sol.
La artista ensalzaba a su pareja por su valentía a la hora de pedirse una excedencia de su trabajo fijo como profesor para llevar a cabo toda una aventura. «Es un musicazo como la copa de un pino y lleva tres meses demostrándolo en Kuwait, lejos de todo lo que conoce y ama, y luchando como un jabato«, le aplaudía su chica orgullosa.
Una publicación con la que esta abría la puerta de su vida privada a sus seguidores, algo a lo que no acostumbra, para expresarle a su pareja su orgullo y confesarle lo mucho que le echa de menos.
Afortunadamente, este estará de vuelta muy pronto: «Te he echado muuuuuuuucho de menos, y me muero por volver a abrazarte y besarte y reírme a tu lado como solo nosotros sabemos, y ya casi está. Todo esto te lo diré en persona y probablemente al oído, pero te merecías que los demás también lo supieran«.
Leire Martínez se separó de Jacobo Bustamante en 2018 tras cuatro años de matrimonio. La de San Sebastián ha rehecho su vida y parece estar más feliz que nunca. Desde luego, sus palabras lo dicen todo: «Querote moito, moito, moito hasta TODO (como me gusta decirte) y espero seguir a tu lado y de la mano, ¡¡todo lo que se pueda!!»
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