La edición de Masterchef 10 no llega exenta de polémica. Son muchos los concursantes que han generado debates en redes sociales. El último Adrián, que ha provocado que los tuiteros se pronuncien tras el último programa y no precisamente a su favor.
Adrián ha insistido en contar una y otra vez lo agradecido que está al programa, a la vida en general por darle una nueva oportunidad y lo orgullosa y feliz que está su madre por sus logros: «Por eso digo que esto es una segunda oportunidad para mí. A mi madre se le cae la ‘baba’ viéndome aquí y para mí eso es un orgullo».
Pero claro, este discurso, sostenido en el tiempo, programa tras programa ha terminado por hartar a los espectadores que han utilizado las redes sociales como altavoz para gritar un sonado «Basta ya»
MasterChef, Adrián enerva a los seguidores de
Fue durante la presentación del plato de la primera prueba del programa de cocina cuando Adrián decidió desvelar un momento vital complicado: la muerte de su padre cuando era muy pequeño a consecuencia del alcohol le marcó la vida.
Pero en esta ocasión añadió un dato más. Insistiendo en lo duro que fue perder a su progenitor confesó: «Esto es un sueño para mí, una segunda oportunidad. Mi infancia fue bonita hasta cierto punto. Mi padre era mi padre, le quiero con toda mi alma, se mató en un accidente de moto y tomó malas decisiones. Le gustaba beber al hombre. Cuando venía de buenas, le esperaba y bien. Cuando venía de malas, pues me tocaba…»
Prosiguió con su historia que derivó en el cumplimiento de tres meses de prisión por agresión: «las peleas eran la forma de evadirme de lo que pasaba en mi casa. Estaba hecho un lío. Una pelea se descontroló y me defendí. Le hice una serie de lesiones, no tenía dinero para pagarlas. Me metieron tres meses en prisión. Lo pasé fatal, ahí me vi solo. Es una etapa que no se la deseo ni a mi peor enemigo».
Y cuando todos creían que el discurso había acabado, llegó Julia y durante una prueba en exteriores de MasterChef quiso ahondar en las vivencias de Adrián. Y éste, volvió a recrearse en su desgracia: «Tomas malas decisiones cuando no tienes que tomarlas. Fue una pelea de barrio que le puede pasar a cualquiera… La vida en la cárcel es muy dura. Te levantas, desayunas, si tienes suerte no te viene nadie a pedirle el café y si le dices que no, me pegaron una paliza que flipé. Yo pensaba mucho en mi madre, que fue la que se lo comió todo»
Y ahí fue cuando las redes sociales mostraron su hartazgo y pidieron al concursante y al programa que pararan ya: «¿Todas las semanas le van a preguntar a Adrián por lo mismo?» se cuestionaban.
