Las humillaciones en ‘El Chiringuito’ que denuncia ‘El Ingeniero’ tras su despido

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El programa que presenta Josep Pedrerol no es famoso por tener siempre un ambiente amistoso. Y es que la rivalidad en el fútbol tiene mucha fuerza y en su plató conviven rostros muy conocidos que apoyan a equipos de diferentes colores. Eso sí, lo que no se puede saber a simple visto es que haya humillaciones en El Chiringuito.

Esto es lo que afirma Pedro Sáez, más conocido como ‘El Ingeniero’. Este joven formó parte del equipo del programa deportivo hasta que fue despedido, algo que pudo deverse a que se negó a trabajar 12 horas.

Su sueldo en ‘El Chiringuito’

«He sido muy feliz, he estado muy a gusto, pero al largo plazo no es mi sitio porque yo he estudiado otras cosas», dijo en una entrevista a Fuera Caretas. Y es que, tal y como muestra en sus redes sociales, él es ingeniero informático.

«De becario 600 euros. Y ya con contrato, depende de los días efectivos, cobras más o menos. Yo he llegado a cobrar unos 1.800, el pico ha sido ese. Está muy bien, se cobra muy bien, la verdad», afirmó, por lo que su marcha no se debió a cuestiones económicas.

 

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Humillaciones en ‘El Chiringuito’: «No es normal…»

A continuación, Sáez explicó qué sucedía tras las cámaras: «Cuando intentan humillar a alguien lo hacen por el grupo de Whatsapp, es como la plaza de un pueblo, no es normal… Son valientes con un móvil, pero a la cara te dicen muy poca cosa«.

Además, desveló que pensó en irse antes de tiempo por un episodio que sucedió: «Falló un programa del directo porque se le fue la cámara un segundo a una persona, y en ese segundo salió del despacho Josep Pedrerol como una locomotora pidiendo a gritos soluciones».

«Nunca lo había visto así, y no voy a reproducir todo lo que dijo. Pensé que no tenía ninguna necesidad de ponerse a gritar. Hay gente que lo aguanta, pero no es mi caso».

Por otro lado, también habló del trato a los diferentes trabajadores: «A la gente de redes se les trataba mal, y a los redactores se les trataba mejor. Si te tratan mal te acabas cansando. Es cierto que se marcharon amistosamente, pero yo me habría ido antes».