Uno de los destinos favoritos cuando llega el verano es la playa. Sin duda es un lugar ideal para descansar, leer, hacer deporte o simplemente mirar como vienen y van las olas. Es un escenario perfecto para relajarse bajo el sol y con el sonido del mar de fondo. Pero aunque en la playa nos sintamos muy a gusto y en libertad hay normas que se deben cumplir. No todo vale..
Las playas están reguladas por la Ley de Costas que rige las normativas que velan por la seguridad y la consevación de estos espacios naturales del litoral español. Sin embargo, son las ordenanzas municipales las que tienen la última palabra. Son además, la que tienen capacidad para imponer multas si se detectan infracciones. Cada municipio regula que se puede y qué no se puede hacer en la playa.
En España hay 540 playas declaradas libres de humos en las que encender un cigarro te puede acarrear una multa de hasta 450 euros. Esto sucede en playas como Bolonia (Tarifa) o la playa de Comillas (Cantabria), por poner dos ejemplos de lugares frecuentados por turistas.
En cada playa que acudamos debemos fijarnos en los carteles que anuncian las normas. Así podremos saber si están o no prohibidos los perros. Para los dueños de mascotas es importante conocer si su can les puede acompañar a correr por la playa, así que no está de más informarse antes. Si por cualquier motivo, no se cumple la norma, el dueño pagaría una sanción de hasta 1.500 euros. Estas limitaciones suelen estar acotadas en el tiempo y se centran en las temporadas medias y altas. Es decir, lo normal es que de Semana Santa a octubre los perros no puedan ir a la playa, pero durante el resto del año sí. Como cada municipio establece sus normas lo mejor es informarse antes.
En las playas que se llenan hasta la bandera en la temporada de verano es muy habitual que algunas personas, al despertarse, cojan la sombrilla y la coloquen en primera línea de playa. Asi se aseguran un sitio mientras van a desayunar y hacer otras cosas hasta que llegue la hora para bajar a tomar el sol. Esta práctica está prohibida en algunas playas españolas. Es el caso de la localidad valenciana de Gandía, donde las multas pueden alcanzar hasto los 750 euros, según el bando municipal, o de la playa malagueña El Rincón de la Victoria, Oropesa del Mar (Castellón), San Pedro del Pinatar (Murcia), entre otras localidades costeras.
En este tema hay diversidad de opiniones, porque no todos los ayuntamientos son igual de estrictos. En algunos está totalmente prohibido el uso de aparatos o instrumentos musicales mientras que en otros se permite, siempre que no produzcan molestias a otras personas. En todo caso, se recomienda el uso de auriculares, según explica Legálitas. Al final, es una cuestión de educación.
En las playas de Valencia tampoco está permitida la música, «Los aparatos de radios, casetes, discos compactos o similares, instrumentos musicales o cualquier otro artefacto productor de ruido, deberán ser usados de forma que no produzcan molestias a las personas próximas, recomendándose el uso de auriculares», según explica el artículo 58 de la ordenanza municipal de utilización de las playas.
Si veraneas en las playas de Murcia o eres más de ir al norte, debes saber que en Cantabria tampoco podrás poner la música como quieras. Así en la playa de Cartagena, indican que está prohibido el uso de «cualquier artefacto que emita ruidos que produzcan molestias a los demás usuarios». Por su parte, en Tarifa (Cádiz) el ruido no puede superar los 45 decibelios durante el día y los 35 decibelios por la noche, para no interrumpir el descanso nocturno de los vecinos.
Hacer fuego en la playa no está permitido excepto que así lo recoja el bando municipal de cada localidad. Pero llegado uno de los momentos importante del verano como son las fiestas de San Juan, cada ayuntamiento puede determinar qué se puede hacer y así publicará en qué playas se permite, pero solo por este motivo de celebración.
En las playas, los bañistan saben que hay tres banderas que determinan el estado de la mar. Verde, amarilla y roja. Con la bandera roja encontraremos un mar revuelto, con corrientes traicioneras en el que está prohibido bañarse bajo pena de multa. Las ordenanzas municipales contemplan castigos que van desde los 100 hasta los 3.000 € por bañarse si está izada la bandera roja. Los socorristas son los que tienen la autoridad para pedir al bañista que salga del agua y avisar a la Policía si así lo cree necesario.
Por más que pueda parecer una buena idea, está prohibido montar tu tienda de campaña en la arena. El dinero que crees que te puedes ahorrar pasando la noche en la playa no será tal cuando te pongan una multa. La legislación española no permite instalar tiendas para dormir porque lo considera insalubre, además de peligroso para los campistas.
El nudismo no está prohibido en ninguna playa española pero lo cierto es que los que se despojan de sus ropas para estar en la playa suelen concentrarse en las llamadas playas nudistas. Allí se sienten más cómodos con personas que practican la misma afición. Los nudistas suelen acudir a playas como la de Vera, en Almería, para prescindir del bañador, o la mítica Sonabia, en Cantabria. Hay que saber que tampoco está prohibido que una persona con ropa vaya a una de las denominadas playas nudistas.
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