La entrega exploraba el mundo de la fama y las anécdotas que algunos de los presentes, rostros populares del mundo del arte, habían vivido a lo largo de su vida: Santiago Segura, Jedet, Adriana Ugarte, Rubén Cortada y Daniel Guzmán.
En un momento del debate, la presentadora cuestionó a los invitados sobre lo más extraño que les habían ofrecido en una fiesta.
Adriana Ugarte tomó enseguida el testigo y pasó a relatar un suceso que dejó a todos perplejos.
Fue en tiempos de Universidad, a los 19 años, cuando a la actriz -que aún no era ni mucho menos lo popular que es ahora- se le acercó otra joven en el metro para charlar de forma distendida con ella.
La amabilidad de la mujer provocó que durante todo el trayecto, ambas mantuvieran una agradable conversación que de repente, se tornó en extraña.
En un momento dado, la desconocida le propuso ganarse algo de dinero cenando con un amigo suyo, muy amable, con el que incluso, podría pasar algunos días en una casa rural: «Hay un chico que conozco que es muy majo y le gustaría mucho cenar como una vez a la semana y a lo mejor iros de casa rural durante tres días».
Adriana, confundida, cortó en seco a su interlocutora y marchó a casa dándole vueltas a lo que había escuchado.
Sus padres fueron los encargados de abrirle los ojos y hacerle entender que lo que había pasado es que habían intentado captarla para que se adentrarse en una red de prostitución de lujo.
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