Está claro que tener la casa limpia te proporciona bienestar e incluso mejora el estado de ánimo. Y además es la mejor forma de prevenir alergias y acabar con virus y bacterias. Si te organizas bien, con veinte minutos de limpieza al día conseguirás tener tu casa más que limpia y no darte una paliza el fin de semana. Sólo es cuestión de organizarte y si te haces con esta piedra blanca que limpia casi todo, mucho mejor.
Pero si además cuentas con algunos truquillos de limpieza y con buenos productos, la tarea será mucho más sencilla. Y precisamente de estos productos te hablamos hoy. La puso de moda Mercadona y ahora se puede comprar en un montón de sitios, se trata de una piedra mágica que sirve para limpiar casi todo.
Sabías que…
La piedra blanca está formulada con activos de origen natural. No tiene olor ni color. Tampoco contiene elementos tóxicos y su fórmula abrasiva desengrasa todo tipo de superficies.
Si, tal y cómo lo oyes, un producto que sirve para todo tipo de superficies e incluso con manchas que no sabes cómo quitar, cómo las de las paredes, si tienes niños pequeños sabrás bien a qué nos referimos.
Es ideal para aquellas zonas de la casa que no sabes cómo limpiar y en las que estás harta de probar soluciones imposibles. Prueba con esta piedra blanca, tiene forma de esponja y está elaborada con activos de origen natural. No tiene olor y limpia, desengrasa y pule sin necesidad de frotar fuerte ni de usar productos agresivos.
Se puede utilizar dónde quieras, cocinas, baños, terrazas, garajes, en ollas y sartenes, en mobiliario de madera o de PVC, en juguetes o incluso en tus joyitas de plata e incluso tus Converse, ¿qué te parece?
Y además borra cualquier cosa, por ejemplo las temidas manchas en las paredes, en los muebles, en los interruptores, los marcos de las puertas o ventanas….en prácticamente cualquier superficie ya que no las raya. Puedes usarla en cristal, madera, plástico, vitrocerámica, electrodomésticos y grifería…
Además es ecológica y biodegradable, en su composición lleva arcilla blanca, jabón, agua, glicerina vegetal, carbonato de sodio y perfume. Es decir no lleva químicos.
Usarla es tan sencillo cómo pasar su esponja o un estropajo que no raye con un poco de agua sobre la piedra y presionar hasta obtener espuma. Frotar la superficie a tratar y aclarar con agua limpia.
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