Se ha tenido en cuenta el aporte nutricional, la higiene, su composición y el etiquetado del postre. Los resultados revelan que de media, las natillas incorporan 20 gramos por envase, lo que representa tres sobres de azúcar.
Es una cantidad que corresponde al 85% de ingesta diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en niños de entre siete y doce años.
Las que llevan más azúcar son las de galleta (21 gramos), y las de chocolate contienen 20 gramos. Las siguen las clásicas de vainilla con 18 gramos de media, de las que a pesar de tener menos, corresponden al 73% de ingesta recomendada.
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Además, se ha detectado la presencia de aditivos, cinco de media por producto. Básicamente es por los conservantes, espesantes y colorantes, aunque de estos últimos las de chocolate no las tengan.
Entre otros, hay algunos no recomendados como el fosfato de sodio (E-339), los difosfatos (E-450) y los almidones, presentes en 29 de las 33 marcas analizadas.
La OCU analizó trece de vainilla, doce de chocolate y ocho de vainilla con galleta. Se llegó a la conclusión de que los productos eran bastante «mediocres en general». Los aromas eran demasiado intensos y poco naturales, sobre todo el de vainilla. Además, había una clara falta de chocolate, que solo incorporaba el 2,5% de los ingredientes.
Por todo ello, la OCU ha recomendado que el consumo de natillas sea tan solo ocasional, y solicita a las marcas que se reduzcan la cantidad de aditivos y de azúcar.