Han transcurrido dos meses de aquel golpe que el protagonista de ‘El Príncipe de Bel-Air’ le dio a Chris Rock y, consecuentemente, a su carrera. Su violenta elección de defender a su mujer, Jada Pinkett Smith, no fue la acertada, ni en la forma ni en el fondo.
El periodista David Letterman recibió a Will Smith en su programa ‘My Next Guest Needs No Introduction’ (Mi próximo invitado no necesita presentación). Allí, el actor relató su experiencia con una droga alucinógena: la ayahuasca.
Esta conocida sustancia, utilizada en regiones del Amazonas por chamanes, generó en Smith «la experiencia psicológica más infernal» de su vida:
«Empecé a ver cómo mi dinero volaba por los aires. Y mi casa, mi carrera… Y yo intentaba agarrar mi dinero y mi carrera, pero mi vida entera se estaba destruyendo. Ese es mi miedo».
A continuación, aparece su hija en la traumática experiencia: «Pero estaba ahí, tenía ganas de vomitar y escuchaba una voz que me decía: ‘así es la vida’. Y empezaba a gritar y oía a mi hija Willow que me decía llorando: ‘¡papi, ayúdame!’, pero yo no podía verla»
«Solo quería llegar a Willow. Me tranquilicé, mientras seguía escuchándola gritar y mi dinero desaparecía«, confiesa el actor, al que lo único que le hizo relajarse, cuenta, fue «cerrar los ojos y respirar profundamente», continuó. «Cuando terminó, me di cuenta de que cualquier cosa que me suceda en la vida, puedo con ella».
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