El otoño lleva ya un tiempo instaurado en nuestras vidas y se nota en el ambiente. El frío, las horas más cortas de luz, la lluvia…todo parece llevarnos a una misma decisión: hoy quédate en casa. Pero, claro, los planes ‘caseros’ a la tenue luz de la lamparita de noche, viendo lo último de Netflix, HBO Max o Amazon Prime mientras nos tomamos un té calentito u ojeamos sin mucho interés Instagram nos hace plantearnos que ‘nos falta algo’. Esta falsa sensación de que necesitamos a alguien que nos dé calorcito y amor en los días de frío tiene un nombre y se llama cuffing season.
Aunque no hay una traducción literal de este término —cuff es ‘esposar’ o ‘encadenar’ y season, ‘temporada’, ‘estación o ‘ciclo’—, se trata de un concepto que surge especialmente en el universo de las citas y entre los solteros que podemos resumir, básicamente, en tres palabras: sofá, mantita y peli. Todos hemos tenido esa apetencia de, en días de mucho frío y mal tiempo, no salir de casa y tirarse horas en el sofá, pero, eso sí, con alguien al lado.
Tal y como explica la terapeuta Sara Stein a Bumble, una web de citas, esta época de emparejamiento suele surgir entre finales del otoño y principios del invierno y puede llegar a durar hasta el comienzo de la primavera. Es decir, que se manifiesta en la temporada de mal tiempo cuando no hay posibilidad de hacer planes al aire libre o viajar tanto.
Muchos pensarán que es algo que le pasa a todo el mundo o se preguntarán qué tiene que ver la cuffing season con Tinder, Meetic, Badoo o Grindr. Pero lo cierto es que sí están relacionados; lo dicen los expertos. Otoño es una época en la que se nos cae más el pelo, en la que nos da más pereza salir y también una en la que nos apetece estar emparejados. ¿Por qué? Es ahí donde entran en juego las apps para ligar.
Según un informe elaborado por Inner Circle, una aplicación de citas, el año pasado por esta época hubo un 57% de usuarios de Tinder que afirmaban que tenían la «necesidad» de profundizar más a la hora de conocer a alguien. De hecho, el CEO y fundador de la app, David Vermeulen, aseguró que, basándose en este estudio, habían detectado una mayor actividad en la web los domingos por la tarde-noche.
Estos resultados parecían verse reflejados en detalles como las conversaciones por chat, que se volvían un 38% más largas que en otras épocas, así como en el incremento del número de personas que llevaban la conversación más allá y se intercambiaban los teléfonos para seguir conociéndose.
Esto se puede traducir en que durante la cuffing season las personas estamos más mimosas y sentimos que necesitamos a ‘ese alguien especial’ con el que pasar el periodo de hibernación. Además, no podemos olvidar que se trata de los meses previos a San Valentín y hay quien piensa que esta época de emparejamiento es en realidad una búsqueda de esa persona con la que nos acurrucaríamos durante diez temporadas. Por si acaso lo dudas, sí, ese periodo de exploración también tiene su propio nombre (aunque menos extendido); el winter coating.
De primeras, esta tendencia no parece ser perjudicial para tu vida sentimental, pero sí se puede tornar más dañina cuando esa persona con la que quieres acurrarte es alguien del pasado. Esto es lo que suele ocurrir con la cuffing season, en lugar de atreverse a conocer gente nueva, muchos solteros y solteras optan por tirar de recuerdos y retomar la relación con antiguas parejas en lugar de abrirse a lo desconocido.
El coach de citas Benjamin Dayle explicó los tres signos que alertan de que alguien te puede estar intentando ‘esposar’: «La primera señal es la época del año en la que se acercan. La segunda es que solo quieren pasar tiempo contigo en espacios interiores. Y finalmente, la tercera señal es si te dice que solo quiere algo a corto plazo o que no tiene intención de comprometerse en una relación a largo plazo».
Entonces, ¿significa que hay que buscar pareja durante la cuffing season? La respuesta es un no rotundo no. Y, ante esta tendencia tan de moda en las citas por Internet, la terapeuta Stein insta a los solteros a tratar de no volcar esa ‘necesidad’ de mimos en parejas, sino llenar ese deseo con familia o amigos y lanza un mensaje alentador a quienes se sientan así: «Conoce tu valor y ten confianza». Es decir, que no importa si hay ‘época de emparejamiento’ o no porque lo realmente importante para la salud emocional es aprender a estar solo.
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