Con joroba y mano en garra en el año 3000: el posible impacto del uso de la tecnología en los humanos

Esto provocaría cambios en la anatomía del ser humano

Ana Más

Actualmente la mayoría de nosotros utilizamos la tecnología constantemente para nuestros trabajos y vida social. Revisar nuestros mensajes o consultar internet y redes sociales es un hecho cotidiano. Sin embargo, ese uso desmedido de la tecnología podría provocar, de aquí a unos años, incluso cambios en la anatomía del ser humano.

Esto es lo que se deduce del informe elaborado por Toll Free Forwarding, una empresa internacional de telecomunicaciones. “Si bien la tecnología ha sido excelente para la creación de empleo, la productividad y el aprendizaje de nuevas habilidades, existe una creciente evidencia que revela los efectos negativos que la tecnología puede tener en nuestros cuerpos”, explican.

Para elaborar el informe se han basado en estudios, investigaciones científicas y opiniones de expertos sobre el tema que posteriormente han plasmado en imágenes 3D en las que explican cómo podría cambiar la anatomía del ser humano en unos años, aunque no han tenido en cuenta otros posibles factores de evolución.

Con joroba y mano en garra en el año 3000

Para ello han creado a Mindy, un modelo en 3D que tal y como explica el estudio «presenta joroba, cuello encogido, mano en garra, codo en ángulo recto, un segundo párpado interior, un cráneo más grueso y un cerebro más pequeño.»

Respecto a la joroba y el cuello encogido, el experto en salud y bienestar de Maple Holistic, Caleb Backe, explica que “pasar horas mirando tu teléfono tensa el cuello y hace que tu columna pierda el equilibrio. En consecuencia, los músculos de su cuello tienen que hacer un esfuerzo adicional para sostener su cabeza. Sentarse frente a la computadora en la oficina durante horas y horas también significa que su torso se estira frente a sus caderas en lugar de apilarse recto y alineado”.

Mindy a su vez presenta un brazo con cambios anatómicos significativos por el uso del teléfono inteligente. Una es la mano en garra que surgiría por sostener constantemente el móvil en la mano curvando los dedos en una posición poco natural durante largos períodos de tiempo. Además de tener el codo de 90 grados, conocido como “codo de teléfono inteligente, por la posición típica del brazo al sostener y usar teléfonos inteligentes.

Además, Mindy tiene un cráneo un poco más grueso para protegerse de los posibles daños causados por la radiación que liberan los móviles que ya en 2011 la OMS clasificó como “posiblemente cancerígena para los humanos». Existe un estudio de 2018 que sugiere que puede afectar al desarrollo de la memoria en adolescentes. Sin embargo se trata de efectos adversos que no han sido hasta ahora demostrados de forma inequívoca.

El cambio más impactante sería uno de carácter preventivo, el desarrollo de un párpado interno más grande que evite la exposición a la luz excesiva, y es que ya hay investigaciones que apuntan a que las pantallas que causan dolores de cabeza, fatiga visual e incluso ceguera. Algo que explica Kasun Ratnayake, de la Universidad de Toledo (EEUU): «los humanos pueden desarrollar un párpado interno más grande para evitar la exposición a la luz excesiva, o el cristalino del ojo puede desarrollarse evolutivamente de modo que bloquee la luz azul entrante, pero no otras luces de alta longitud de onda como el verde, el amarillo o el rojo».

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