Tanto es así, que el presentador se ha mostrado en sus redes sociales en silla de ruedas y con una bombona de oxígeno para respirar. Jorge Javier trasmitía a sus seguidores: «Queridos amiguitos: Perú es un país maravilloso. Llegué hace dos semanas y he conocido la preciosa Lima, he visto volar cóndores y poquitito más. Porque el lunes pasado me tuvieron que ingresar en un hospital durante dos días por el mal de altura. Cuatro sesiones de cámara hiperbárica para que desapareciera el edema pulmonar, corticoides, antibióticos y qué se yo! Una fiesta»
Sin embargo, parece que Jorge Javier no se va a llevar solo un mal recuerdo de Perú, ya que como ha dicho: «La gastronomía es excelente pero la disfruto poquitito porque tengo la garganta inflamada y cada bocado que me meto es un cuchillo que se me clava en el alma. Ahora bien: la gente encantadora y muy solícita».
El presentador también relataba todo lo que le había dado tiempo a ver antes de su ingreso hospitalario: «Pude visitar a rastras Macchu Picchu, chutándome oxígeno cada diez minutos. Pasito a pasito, suave suavecito. Y Cusco. Adjuntaré fotos mañana. Hoy me toca ir a un sitio con mosquitos. Miedo me da. Intenté vender las fotografías a ver si me daba una alegría sacándome unos euros pero como era puente cerraron antes. P.D.: me quedan por coger varios vuelos en este viaje. ¿Algún mensaje en especial para vuestros seres queridos? Recordad que os llevo en mi corazón».
A Jorge Javier se le ve muy positivo con el viaje a pesar de este inesperado ingreso en el hospital. Es por eso que ha querido dejar claro que espera poder continuar en el país y recuperarse lo antes posible.
El presentador continuaba explicando cómo fue este incidente: «Has visto? Esta semana no la computo como vacaciones… Llegué un lunes a Lima, estuve en Arequipa. La primera noche me empecé a encontrar mal. La segunda noche, cuando me desperté, me costaba la vida caminar. Llegamos al hotel, no pude llegar a mi habitación. Comí, me metí en la cama a las cuatro de la tarde hasta por la mañana del día siguiente. No podía con mi vida. Vino un médico y decidieron ingresarme. Es una cosa que puede pasar. Estaban las preocupaciones lógicas, pero tenían todo organizado»
MÁS SOBRE: