La hija de Rocío Carrasco se despechaba a gusto contra Fidel Albiac y su madre, asegurando que esta vez ya no se iba a callar. Su silencio a cerca de ellos había durado demasiado tiempo. Y es que -denunciaba- que no habían podido hablar porque pendía sobre cualquiera que lo hiciera una amenaza de querella por parte de la pareja.
Ese basta ya –tras las declaraciones de Gloria Camila a la que defendió a capa y espada- fue cuestionado por el presentador del programa de Ana Rosa que la interrumpió diciendo que no era cierto que ella nunca hubiera hablado en contra de su progenitora y Albiac. Ante la negativa de Rocío que aseguró «nadie me ha podido escuchar una falta de respeto hacia mi madre, jamás«, Joaquín Prat le soltó un zasca mayúsculo: «Bueno, en la estación del AVE se te calentó un poquito la boca»
Rocío Flores acusó a su madre de estar subyugada a Fidel Albiac. Y justificó su respuesta asegurando que su madre no ha respondido aún a las declaraciones de Gloria Camila porque «tiene que consultar la respuesta con Fidel. Que mi padre es el ser y Fidel es un ser de luz, y lo que menos tiene es luz. Aquí maestro solo hay uno y es Ortega Cano que es torero. Dicen también que ahora sí que le bailan el agua a mi padre, y me llama la atención porque las mismas personas que llevan años callados, son los mismos que ahora ponen a Fidel en un pedestal»
Continuó afirmando que ahora se sienten libres de poder hablar, ella y el resto de las personas que forman parte del entorno de la familia Jurado porque se ha abierto la caja de pandora tras el documental: «La libertad la tenemos ahora, pero hace un tiempo no había libertad para contar absolutamente nada», añadía dejando caer que hasta ahora Fidel y su madre Rocío tenían callada la boca a todos con amenazas de demanda»
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