La cantante confesaba en su blog que días antes de la boda estaba preocupada porque «había llovido al atardecer todos los días de esa semana… Por no hablar de los truenos y relámpagos que llegaron casi a tiempo cada día a la hora exacta en la que se suponía que iba a empezar la ceremonia ese sábado.»
Sin embargo, no fue solo el mal tiempo lo que amenazó el gran enlace de la pareja. También tuvieron que hacer frente a un virus estomacal. «Todos nos contagiamos de un virus estomacal y estuvimos recuperándonos hasta el final de la semana. Eso, junto con algunos otros contratiempos inesperados, tenía todos los ingredientes para un fin de semana de boda algo especial,» escribía la artista.
Por suerte, ninguno de estos percances pudo con el amor y las ganas de celebrarlo que tenían tanto JLO como el actor. Finalmente la ceremonia fue de película y los invitados pudieron disfrutar de todo tipo de detalles.
La cantante relataba en su página: «A las seis y cuarenta y cinco, el sábado 20 de agosto, el sol salió y proyectó sus rayos como pequeños diamantes bailando sobre el río detrás del altar improvisado en nuestro patio trasero.» Por último explicó cómo fue su llegada al altar: «Por fin, comencé a bajar las escaleras que se convertirían en el pasillo que me llevaría hacia el resto de mi vida.»
La relación entre Affleck y JLO se remonta a dos décadas atrás. Es por eso que algunos detalles de sus inicios han llegado hasta al actualidad. Tales como la canción que sonó mientras la neoyorkina recorría el camino hacia el altar.
«Ben y yo hablamos de True Companion de Marc Cohn como la canción de amor perfecta para una boda en esta misma casa hace más de veinte años,» escribía la cantante. Así pues, fue ella quien le pidió al propio Marc que sorprendiese a su futuro marido cantando este tema.
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