Los jueces de "Maestros de la Costura"

Isabel se amotina en Maestros de la costura y Caterina la sigue: «Soy vegana no puedo coser aquí piel»

Fieles y consecuentes con sus principios, ambas concursantes decidieron no realizar la prueba

Nuria Serena

La coherencia entre tus ideas y tus actos es uno de los principales valores que debe trabajar una persona. Caterina e Isabel demostraron ayer en el programa Maestros de la costura que en su caso, la asignatura está más que aprobada.

Isabel es vegana desde hace una década. Y decidió ser consecuente con sus principios y rechazar participar en una prueba en la que se le pedía trabajar con piel de animal.

Fue tajante y sentenció su negativa con una frase: «No todo vale para ganar»

Isabel y Caterina, rebelión en Maestros de la Costura

Isabel y Caterina decidieron no participar en el reto impuesto por el programa. No ocurrió lo mismo con Lili,  que hizo de tripas corazón y decidió priorizar el concurso.

Al final, Caterina logró salvarse de la expulsión in extremis a pesar de no aceptar participar en la primera prueba, que consistía en trabajar diseños con pieles de animales. Esto chocaba frontalmente contra sus principios.

Isabel se encontró con el mismo dilema. La decisión fue similar a la de su oponente:  no participar en el reto.

«Estoy en conflicto, soy vegana. Me parece bien que aprovechéis la piel que se vaya a tirar, pero yo nunca uso pieles, no coso pieles, no visto pieles y no como carne. Entonces, para mí, esta prueba es un conflicto con mi ética y me siento un poco incómoda. Las prendas son bonitas, yo no las llevaría, pero respeto a la gente que sí» argumentó Caterina.

 


Lili, sin embargo, hizo de «tripas corazón» y decidió apartar sus principios para lograr la permanencia en el concurso. Una decisión que finalmente le creó un dilema moral:  «Me siento mal, me he vendido. He dejado mis valores apartados, pero mi sueño por la moda es mayor que mi afán por no querer hacer daño a los animales».

También Isabel explicó su determinación:  «Soy vegana desde hace 10 años, colaboro con santuarios… y no puedo coser aquí piel, imposible. Y mira que me gusta ese mandil, pero no puedo. No sabéis cuánto me duele esto, pero son mis principios y, sobre eso, no todo me vale para ganar»

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