Las relaciones a distancia implican estar separado físicamente de la pareja. El contacto directo no es frecuente, y existen personas a los que les cuesta saber amar con este problema.
Isabel está casada con un marinero. Cuando empezaron juntos ambos ya sabía que su futuro sería pasar mucho tiempo separados por el trabajo de él. Las salidas pueden durar hasta nueve meses, y para Isabel son unas circunstancias que cada día le pesan más. Considera que vive preocupada cada vez que ve cualquier noticia negativa sobre barcos en el mar. A nuestra protagonista no le compensa la distancia y quiere que cambien las cosas. No sabe si debe dejar la relación con él o plantearle a su marido buscar otro trabajo.