Según adelanta Niusdiario.es haciendo referencia a una información de la agencia EFE, ambos han decidido poner un punto y a parte a su relación «de mutuo acuerdo».
Al igual que ocurrió con la separación de su hermana, la infanta Elena y el Duque de Marichalar, en este comunicado no se menciona la palabra separación, sino que se habla de la interrupción de la relación matrimonial de los ex Duques de Palma.
De hecho, la utilización de este eufemismo ha originado críticas en redes sociales
En esta familia la gente no se divorcia como todo el mundo.
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La infanta Cristina y Urdangarin deciden «interrumpir su relación matrimonial» https://t.co/rbfwhC11MD— Rosa María Artal (@rosamariaartal) January 24, 2022
Y algún que otro meme
— Marián Gutiérrez (@gutierrezma631) January 24, 2022
Atrás quedan 24 años de matrimonio y cuatro hijos en común. En el comunicado, ambos aseguran que el compromiso con sus vástagos «permanece intacto».
«De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin”, reza el texto del breve comunicado en el que formalizan su decisión.
Iñaki Urdangarin se veía envuelto en un tsunami informativo la semana pasada. Las fotos que se destapaban del marido de la Infanta Cristina paseando de la mano de una joven vitoriana, saltaban a las portadas de todos los medios de comunicación.
Y es que los últimos años no han sido nada sencillos. El juicio contra el exduque, sentaba en el banquillo a la mismísima Infanta y terminaba con una sentencia que enviaba al deportista a prisión.
Desde entonces, se ha rumoreado mucho sobre la pareja, que siempre se ha mostrado unida en el amor. Sin embargo, y al calor de los últimos acontecimientos, lo que era un ejemplo de fidelidad y superación ante las adversidades, se ha transformado ya en una anunciada ruptura.
Cristina e Iñaki se casaron en régimen de separación de bienes y en la actualidad no comparten titularidad de ninguna propiedad.
Este tipo de matrimonios suelen firmar capitulaciones matrimoniales antes de pasar por el altar, algo muy útil de cara a conocer los pasos a seguir en caso de que el matrimonio se interrumpa.
Pero el primer paso en cualquier situación de divorcio apunta siempre a los hijos. La prioridad será protegerlos del procedimiento y garantizar sus cuidados y atenciones en el futuro. Para ello, se establecen una serie de cálculos para repartir los gastos relacionados con la manutención de los pequeños.
Además, la Infanta y el exduque tendría que gestionar su divorcio en el país donde tengan ubicado el domicilio familiar, por lo que todos los indicios apuntarían a Suiza, algo que además les proporcionaría cierto margen de discreción.
En todo el procedimiento se deben tener en cuenta las diferentes situaciones de la pareja. En la actualidad, Iñaki trabaja en el bufete Imaz Abogados, mientras que la Infanta percibiría un salario mucho más elevado por sus cargos en la Fundación La Caixa y en la Fundación Aga Khan.
Bajo este supuesto, y dado que Urdangarin se encontraría en una situación más precaria, la posibilidad de que este llegue a solicitar una pensión compensatoria a la Infanta, no resulta del todo descabellada.
Fundamentalmente, se trataría de una prestación económica que percibiría uno de los cónyuges y que correría a cargo del otro. El objetivo sería compensar, de alguna manera, el desequilibrio entre ambos, sin buscar mantener el nivel de vida que se disfrutaba antes de la ruptura.
La pensión compensatoria no es, en ningún caso, extensible para el resto de la vida, ya que siempre tiene un carácter temporal.
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