El lápiz surgió por primera vez en Baviera, Alemania alrededor de los años 1750. Un siglo después, en 1864, fue patentado por Lothan Faber, y se convirtió en un elemento cotidiano e indispensable para artistas y escritores.
El precursor del lápiz fue el estilete, un un palito de metal que los romanos usaban para raspar el papiro.
Al principio, para evitar mancharse las manos, el lápiz estaba envuelto en piel de animal.
En 1858, antes de ser patentado por Faber, hubo quién agregó un borrador al final del lápiz: fue Hymen Lipman, el 30 de marzo de 1858.
La idea de celebrar cada 30 de Marzo el Día internacional de este objeto surge porque ese día es el del nacimiento de Vincent van Gogh, que fue uno de los primeros fanáticos de los lápices.
Ahora Sprout World ha reemplazado esta goma de borrar por una cápsula de semillas que permite darle al lápiz una segunda vida.
Michael Stausholm, el fundador de Sprout World, apunta que «con un lápiz de madera en la mano te conectas inconscientemente con la naturaleza y ralentizas tu mente. Varios estudios demuestran que tomar apuntes a mano en lugar de teclear te ayuda a recordar y comprender mejor la información”
Un estudio de 2017 publicado en la revista Frontiers in Psychology encontró que las regiones del cerebro asociadas con el aprendizaje estaban más activas cuando los sujetos escriben a mano en lugar de con un teclado a ordenador.
Otro estudio realizado en 2014 comparó a estudiantes que tomaban notas a mano con aquellos que tomaban notas en ordenadores portátiles. Los investigadores encontraron que los estudiantes que usaban la tecnología tendían a escribir lo que el profesor decía palabra por palabra, mientras que los que tomaban notas a mano eran más propensos a escuchar lo que se decía, analizándolo en busca de contenido importante y «procesando información y reformulándola con sus propias palabras.”
El lápiz también es relevante hoy. Los niños aprenden a escribir con él, y los adultos no han dejado de tomar notas, garabatear o dibujar.
“Vemos que la atención plena está ganando popularidad, sólo hay que ver el hecho de que los libros de mandalas para adultos han sido los más vendidos en los últimos años en Amazon. ¿Por qué? Simplemente porque necesitamos tomarnos un descanso de las pantallas y del flujo continuo de información al que somos tan adictos”, explica Michael Stausholm.
Los lápices plantables de Michael Stausholm pueden hacer crecer plantas cuando ya se han quedado suficientemente pequeños después de sacarle punta. Esto los ha convertido en símbolos de sostenibilidad. Con este último invento, el lápiz con semillas de árboles, se completa el ciclo de vida del lápiz.
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