Se trata de algunos consejos sencillos, muy básicos, que cualquiera puede integrar en su día a día y con unos resultados excelentes.
¿Sabías que….
Si quieres comprar comida sana, ir al super con el estómago vacío es un alto riesgo ya que nos será mucho más difícil evitar todas las tentaciones que los diferentes estantes nos ponen delante. Así que ya sabes, intenta ir con el estómago lleno a la compra.
Comer con previsión ayuda a alimentarte de forma equilibrada y variada. Además, ayuda mucho a hacer una compra saludable, por eso lo mejor es elaborar un menú semanal de comidas y cenas, y a partir de ello crear la lista de la compra con lo que vayamos a necesitar.
Hacer una lista de la compra te hará ir al grano, no dispersarte y ganar tiempo, además de comprar más saludable. Pero eso sí, tienes que ceñirte a ella y que lo que hayas incluido sean, sobre todo, frutas, verduras y legumbres, además de huevos, lácteos, carnes blancas y pescados.
El lema de muchos nutricionistas para hacer una compra saludable es: «cuanto menos plástico en el carro de la compra, mejor«. Es decir, cuanta más fruta y verdura mejor, aunque hay productos envasados sanos como las legumbres, el aceite o algunos cereales.
Para comprar de forma saludable es imprescindible leer las etiquetas. A veces crees que el producto que compras es sano y cuando lees la etiqueta te llevas la sorpresa.
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