Buenos hábitos a la hora de tomar el sol, ¡no los olvides!

Si no tenemos precaución el sol puede provocar envejecimiento prematuro de la piel, manchas y en los casos más graves cáncer de piel

Ana Más

Con la llegada del verano nuestro grado de exposición al sol suele ser mucho mayor, sin embargo debemos tener cuidado a la hora de exponernos a él ya que conlleva riesgos si no lo hacemos con precaución. Sin embargo si lo hacemos bien estaremos aportando a nuestro organismo vitamina D, beneficiosa para tu sistema inmunológico y tu estado de ánimo.

Y es que las radiaciones solares son las responsables del estrés oxidativo de la piel, lo que se traduce en la aparición de radicales libres que causan envejecimiento prematuro de la piel, manchas solares, deshidratación y en algunos casos cáncer de piel. Tal y como explican desde la Sociedad Española de Oncología Médica, el sol es el principal causante de melanoma, el tipo de tumor cutáneo más peligroso y responsable del 80% de las muertes asociadas a un tumor maligno de la piel.

Por eso es muy importante tener en cuenta algunos  hábitos muy importantes a la hora de tomar el sol sin riesgos. El primero de ellos tiene que ver con el tiempo de exposición, que nunca debe superar los 30 minutos y siempre evitando las horas de sol más fuerte (entre las doce y las cuatro de la tarde), cuando los rayos inciden más y pueden hacer más daño. Esto es igual en los días nublados en los que no debes confiarte.

Buenos hábitos a la hora de tomar el sol que no puedes pasar por alto

Getty

Es imprescindible además utilizar un protector de amplio espectro, que proteja de los rayos UVA y UVB, además de resistente al agua y con un factor de protección alto SPF 30 o superior.

Más cosas, debes aplicarlo media hora antes de la exposición soloar y renovarlo cada dos horas y cada vez que salgas del agua aunque tu protector sea resistente a ella, ya que el sudor, el sol y el roce de la toalla arrastran parte de la crema haciendo que esta pierda eficacia.

Además utiliza una crema específica para el rostro, ya que la piel de nuestra cara es mucho más delicada y procura protegerte con sombrero y gafas de sol.

Y para mantener tu bronceado como el primer día, aumenta la ingesta de frutas, verduras ricas en vitaminas A y C, cómo el kiwi, el melín el tomate y la zanahoria, que son ricas en betacarotenos. Y no olvides beber mucha unos dos litros de agua al día para hidratar tu piel.

MÁS SOBRE: