En primer lugar, muchos ancianos se encuentran solos en sus casas y una mascota reduce la soledad. Les hace que se impliquen en labores como sacarles a pasear o ir al veterinario. Todo esto ayuda a que su cerebro este activo y beneficia considerablemente a su salud.
Por otro lado, disminuyen el estrés al tener que jugar con ellos, acariciarles o mantener la mente ocupada. Esto hace que dejen otras preocupaciones a un lado y se centren en otras cosas que pueden hacerles felices.
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También ayuda a socializar con otras personas que tienen mascota. En su rutina de sacar a un perro a pasear puedes conocer a muchas personas con las que compartir diferentes gustos o hacer planes. Algo que ayuda a las personas mayores a que no se queden solas y encerradas en su casa.
Los especialistas en este tema hablan que el envejecimiento ha demostrado que las terapias con mascotas producen hormonas que afectan al estado de ánimo.
Por otro lado, también queda demostrado científicamente, que la memoria de los adultos mayores puede mejorar ya que el aumento de estrés acelera la pérdida de memoria.