Hemos de partir de la base de que la fruta debe formar parte de una alimentación sana y equilibrada por su aporte en vitaminas, minerales y fibra, además de agua.
Tomar fruta es la mejor manera de llenarnos de nutrientes, tener una piel bonita, perder peso y aumentar los niveles de nuestro metabolismo. La fruta es buena siempre y no hay evidencia científica de que tomarla de noche nos haga subir de peso.
Lo único importante a la hora de cenar fruta es escoger la adecuada. Debemos escoger aquellas que son ricas en agua, algo que reduce considerablemente su aporte calórico. Es el caso de la pera, melón o la manzana. Y si queremos perder peso debemos evitar por la noche las más calóricas como el coco, los dátiles, el mango o el aguacate.
Por el contrario, tal y como explican en Vanitatis, los cítricos, como la naranja, las mandarinas y los kiwis, «pueden ocasionar pesadez y malestar a causa de su acidez si sufres algún problema estomacal. Además, a ciertas personas les pueden provocar insomnio por su alto contenido en vitamina C.«
La fruta es un alimento importante en nuestra alimentación y debemos tomarla al menos tres veces al día. Aporta las mismas calorías y nutrientes en cualquier momento y por eso da lo mismo comerla cuando nos levantamos que cuando nos acostamos. Cenar fruta está muy bien siempre que hayamos tomado los otros grupos de alimentos durante el día.