La Dirección General de Tráfico realiza cada cierto tiempo modificaciones en la normativa relativa al tráfico de vehículos que pueden ir desde la incorporación de elementos nuevos a las carreteras, hasta nuevas sanciones para los conductores o modificaciones en las que ya había.
Aunque a partir del uno de enero se pondrá en marcha una modificación que tiene que ver sobre todo con el medio ambiente y que afectará a la mayor parte de los conductores. Y es que ese día entrarán en vigor las medidas de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que van a afectar a la manera de circular en carreteras y en municipios de más de 50.000 habitantes.
Está previsto que haya restricciones de tráfico para mejorar la calidad del aire y contribuir a la lucha contra el cambio climático en 149 municipios españoles que, tal y cómo explican desde ideal.es, «deberán limitar la circulación de coches a partir del próximo año a través de las denominadas como Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).» A estas zonas, normalmente cercanas al centro, solo podrán acceder los vehículos menos contaminantes.
Se trata de una medida que va a afectar a más de cuatro millones de vehículos en España. Los de etiqueta A serán los más perjudicados ya que no podrán circular por dichas áreas.
Los de etiqueta B, de color amarillo y correspondientes a turismos y furgonetas ligeras propulsadas por gasolina y matriculadas a partir de enero del 2000, o diésel a partir de enero de 2006, podrán acceder a las ZBE pero no aparcar dentro de ellas. Como explican desde ABC, «Podrán circular y aparcar por las calles perimetradas de cualquier provincia, a excepción de Madrid, donde no se podrá estacionar en la almendra central.»
Por último los de etiqueta C (de color verde) son aquellos turismos y furgonetas propulsados por gasolina y matriculados en 2006 y los diésel puestos a la venta a partir de 2014, además de los vehículos de transporte de mercancías matriculados de 2014 en adelante, podrán circular por cualquier Zona de Bajas Emisiones (ZBE), aunque en Madrid sí que existen algunas restricciones para vehículos de este tipo.
Se trata de una medida que como señalan desde el mismo medio, «abre un escenario de coches ‘inmovilizados’ que, mientras no haya planes que incentiven el achatarramiento, se quedarán aparcados ocupando espacio en la ciudad, ya que, aunque no tengan etiquetas ambientales, sí podrán seguir obteniendo la tarjeta de residente para aparcar en zona verde.» Aunque está la opción de la venta para zonas rurales o poblaciones pequeñas e incluso para el mercado extranjero.
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