Un estudio japonés señala el mejor método para calmar y dormir a tu bebé
Consiste en pasear con el niño en brazos pero siguiendo una pauta concreta
En muchos casos los padres en esta época de la vida del niño, nos pasamos meses y meses paseando a nuestro bebé en brazos para que deje de llorar, si es tu caso lo has hecho o lo estás haciendo bien, esto al menos es lo que corrobora un estudio científico japonés.
Y no solamente lo corrobora sino que mejora el método. Se trata de un estudio publicado en la revista Current Biology y realizado desde el centro RIKEN de Japón, desde dónde parecen haber dado con la forma para que los pequeños concilien bien el sueño.
Veintiún pequeños de hasta siete meses de edad participaron en el estudio que se realizó sólo en aquellos niños que estaban llorando. Los propios autores han reconocido que es una muestra pequeña y que deberán ampliarla en investigaciones futuras, además de probar su eficacia en otras circunstancias de los niños, que no sean solo que estos estén llorando.
El método para calmar y dormir a tu bebé
Pasear con el niño en brazos si, pero no de cualquier forma, sino siguiendo la siguiente pauta que tal y como explican desde Nius Diario consiste en «pasear durante cinco minutos y una vez calmado no dejarlo en la cuna, si no sentarse con él en el regazo durante otros cinco minutos por lo menos, antes de dejarlo en su camita». Según los investigadores este sistema conseguiría que el 65% de los niños no se despertaran después de dejarlos en la cuna.
Y es que según el estudio esa es la primera fase del sueño, en la que es más fácil despertar, por eso el mantenerle junto a nosotros hasta que consiga dormir profundamente es muy importante.
Se probaron cuatro modalidades, pasear con ellos en brazos, ponerles en una mecedora, quedarse sentados con ellos en el regazo, o dejarles en una cuna, siendo las más eficaces las dos primeras, algo que indica que el movimiento es esencial a la hora de calmar a los bebés. Y es que tras ese paseo casi la mitad de ellos se había dormido y habían dejado de llorar.
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