Esther Aranda, la polémica concursante de Operación Triunfo 2008, ha vuelto a hablar sobre su paso por el programa. Y, sin duda, lo ha hecho sin pelos en la lengua.
Sus declaraciones han teido lugar en el podcast Querido Hater. En este espacio, le ha dedicado unas palabras al que fue uno de sus grandes adversarios en el jurado, Risto Mejide.
Además, ha dicho de todo sobre otros rostros con los que pasó mucho tiempo en su edición. Especialmente, sobre la ganadora, Virginia, y no ha contado nada bueno sobre ella, precisamente.
«Un punto circo», así define Esther Aranda OT
Esther Aranda estuvo rodeada de polémica en su paso por el talent show más popular de nuestro país. A ello contribuyó lo que Risto Mejide pensaba de ella. Y es que de su boca salió que ella hizo la «peor actuación» de la historia de ‘Operación Triunfo’, algo que acompañó con lo siguiente: «No hay sonido capaz de describir tu actuación de esta noche y si lo hay no es un sonido que saldría de la boca».
Sin embargo, para sorpresa de todos, la cantante afirmó que «no era el más malo«. Y es que, más allá de Risto, confiesa que «ahí había otros que también eran para darles de comer aparte». Y así salió otro nombre: «Noemí tampoco era muy bella persona«.
Por otro lado, también tuvo potentes comentarios sobre el formato en general: «Mira, ahora se quiere limpiar la imagen porque todavía me acuerdo de lo de ‘OT no es odio’. ¿OT no es odio? ¿Cuándo? En las ediciones de después. En la mía, ¿qué era? Un puto circo. Sí lo digo«.
«Virginia es una mustia y siempre lo ha sido»
Y aquí llegó el momento de hablar del resto de concursantes: «Yo adoro a mis compañeros. Tenemos un grupo de WhatsApp y hablamos». Pero no están todos: «Pues mira, para decirte, no está ni Virginia ni Pablo, todos los demás estamos. Todos. No falta nadie».
«Es que ni me cae bien, ni me cae mal. Si no es por eso, es que para mí es una mustia y siempre lo ha sido. Tiene la gracia de una lechuga. Ninguna. ¿Me entiendes?». Malbert, el conductor del podcast, trató de defenderla: «Ay, pobre Virginia Maestro, con ese vozarrón que tiene».
«Vozarrón el mío, no el de ella, vamos. Canta bien, pero no tiene un vozarrón. Lo que es, es, y lo que no es, no es. Tenía una voz peculiar, yo eso no se lo digo. Pero para mí, la muchacha es una mustia», dijo Esther sin cortarse un pelo.
«Bueno, pues ella ganó y tú no», le espetó Malbert. «Lo mismo yo hubiera ganado si no hubiera dicho de irme. Porque eso me lo han dicho a mí mis compañeros».
