No todo el mundo puede comer atún fresco todas las semanas, una alternativa mucho más económica es el atún en lata, que además nos evita ir todas las semanas a la pescadería.
El atún en lata tiene ácidos grasos omega 3 que son beneficiosos para la salud cardiovascular, alto contenido en vitaminas A y D, y minerales como fósforo, magnesio y yodo, además ayuda a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre y hasta a mejorar nuestra actividad cognitiva. También contiene una gran cantidad de vitaminas del grupo B, como: B2, B3, B6, B9 y B12. Sin embargo, abusar de él no es lo más recomendable.
En declaraciones a la Revista Telva María Kindelán, Nutricionista & Naturópata afirma que, «Normalmente se conserva en aceites y sal que le dotan de un alto contenido en sodio y ácido úrico. A pesar de su riqueza en proteínas y ácidos grasos omegas 3, el consumo de atún en lata debe ser moderado, debido a la posible acumulación de mercurio en la carne de los atunes, especialmente en el caso de niños y mujeres embarazadas»
Lo malo en general con los alimentos enlatados es su nivel de sal, que en el caso del atún puede cuadruplicar la cantidad de sodio del atún fresco, por eso sobre todo si eres hipertenso debes moderar su consumo, o al menos elegir uno bajo en sal.
La nutricionista propone como alternativas el pescado azul fresco, pechuga de pollo de corral, palmitos y los patés de legumbre. Otras opciones pueden ser el bacalao, la soja, las lentejas, el seitan y los guisantes.
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