La idea es que texto entre en vigor a comienzos de año. En la presentación del anteproyecto del mismo, el ministro de agricultura Luis Planas explicaba, «No hay producto alimentario más caro que aquel que acaban en la basura, aquel que se despilfarra”.
Tal y como explica el mismo medio la ley «obligará a los restaurantes a dar recipientes para poder llevar a casa lo que no comamos, y recomendará a las grandes superficies poner estanterías separadas y a precios rebajados productos en buen estado pero a punto de caducar».
Además de multas para quien no cumpla, de hasta 60.000 euros por infracciones graves, la ley además establece una jerarquía para no convertir en desperdicio la comida que sobra: en primer lugar la donación para consumo humano, seguida de su empleo en la industria alimentaria (fabricación de mermeladas o zumos), en tercer lugar el uso para alimentación animal y por último la derivación a industrias no alimentarias como las que elaboran abono, compostaje o biogás.
Además en los últimos años han aparecido algunas startup que pretenden luchar contra el desperdicio de alimentos, para ello «permiten adquirir, a precio rebajado, comida en buen estado antes de que una tienda, un restaurante o un hotel lo tire. «
Una de las más veteranas es Too Good To Go cuya presencia en España comenzó en 2018, trabajan con 15.000 establecimientos y tienen más de cinco millones de usuarios. Para ellos esta nueva ley es una gran oportunidad a aprovechar aunque, «consideran que la prevención debería estar en el primer puesto de la jerarquía propuesta para actuar antes de la generación de residuos.»
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