La invasión de Ucrania por parte de Rusia está teniendo numerosos efectos colaterales en el ámbito de la economía. Los dulces se van a ver resentidos próximamente. Estamos siendo testigos de importantes alzas en el precio de la energía. Luz, gas, gasolina se encarecen más.
En los últimos días hemos vivido desabastecimiento de aceite de girasol. Algunos supermercados como la cadena valenciana Mercadona ha limitado el número de botellas que cada cliente se puede llevar. Como consecuencia de la falta de aceite de girasol otras industrias empezarán a ver cómo no pueden producir sus productos. Es el caso de la bollería industrial que se elabora básicamente con este ingrediente.
Ucrania es uno de los principales países que exportan aceite de girasol a España (422 millones de euros), según datos del Ministerio de Consumo. En unas semanas la industria de la bollería puede dejar de producir. Así lo ha declarado el responsable de la asociación Produlce en el periódico El País. “La sustitución de todo el aceite de girasol que se utiliza en la industria alimentaria en Europa por ese mismo producto es inviable. No hay donde encontrarlo”, ha explicado Rubén Moreno de Produlce.
Alternativas para las galletas
En las fábricas se buscan alternativas a este producto, pero no es fácil cambiar ahora elaboraciones en tan poco tiempo y que queden bien las galletas, bollos, pasteles o todo tipo de dulces. El sabor puede verse resentido por ejemplo si se usa aceite de oliva. El sector podría optar por el aceite de palma que hasta hace poco era el más usado en este tipo de dulces pero que ha sido sustituido poco a poco por el de girasol. Quizás sea la mejor opción ante la falta del aceite de girasol.
Otro de los obstáculos a superar y que es casi más difícil que el anterior, es el tema del etiquetado de los productos. La normativa indica que deben indicar que ingredientes lleva cada alimento y esto es posible que sea complicado porque en estas circunstancias puede variar de un lote de producción a otro.
Los productores piden flexibilidad ya que todo esto va a llevar tiempo y también son conscientes de que hay una opción que es no producir estos productos. En cualquier caso, aunque el conflicto se parara, el actual problema existente con las materias primas tardaría algo más en resolverse.
El aceite de girasol además de ser el más usado en la preparación de bollería, es el que se utiliza en los hogares españoles para hacer fritos. Al no aportar sabor es el que se usa para freír por ejemplo calamares o empanadillas. Tiene un precio inferior al de oliva por lo que también es más utilizado en los fogones para este tipo de alimentos. Cuando en las cocinas de las casas se preparan dulces como bizcochos, rosquillas también se utiliza el girasol.
