Si no te apañas con las agendas virtuales y eres más de agenda y organizadores físicos te contamos en qué debes fijarte a la hora de hacerte con una.
Lo primero es ver si la quieres por días, semanas o meses, algo muy personal, depende de como te organices mejor. Tal y como apuntan desde xakata.com, «hay quien prefiere apuntarlo todo y necesita una organización diaria, otros se apañan viéndolo todo con la dinámica de Lunes a Domingo, también los hay que apuestan por la visión global del mes.«
Otra cuestión importante a escoger es el formato. Hay modelos horizontales y verticales, pero el más frecuente y el que ofrece mayor equilibrio entre espacio y facilidad para llevar la agenda de acá para allá es el tamaño A5, es decir, la mitad de un Din-A4.
Fíjate además en que el papel de la agenda que escojas tenga buena calidad, ya que vas a abrirla y tocarla muchas veces a lo largo del día, además de apuntar y borrar constantemente, por lo que es mejor que no tenga un papel demasiado finito.
Los siguiente en lo que debes fijarte es en el color, y es que en esto también hay todo un mundo de agendas que van de las más clásicas, monocolores, a las que llevan hasta pegatinas para ponerte recordatorios, o incluso las que llevan calendarios, listas y tablas. Estas últimas son motivadoras para coger el hábito de usar agenda, además de que te será más sencillo organizarte y encontrarás lo que buscas antes.
La tapa es cuestión de gustos, no hay una mejor que otra, blanda o dura lo que más te guste. En cuanto a la hora de abrirlas, hay dos formatos: anillas y el sellado/cosido como en los libros. Las de anillas soportan mejor el abrir y cerrar pero las segundas suelen ser más compactas.