A la hora de ahorrar es importante tener un objetivo concreto. Comprarte una casa, hacer una reforma o contar con un «colchoncito» de cara a imprevistos…piensa para qué quieres ese dinero, eso te hará mucho más fácil ahorrar.
Algo que también solemos hacer y que nos impide ahorrar sin darnos cuenta es lo que llamamos los «gastos hormiga», esos pequeños gastillos diarios cómo tomar un café, comprar tabaco o coger un taxi. No parecen un gran despilfarro pero si sumas los de un año te vas a sorprender y la mayoría de ellos se pueden eliminar.
Otro error bastante habitual es no tener una continuidad en el ahorro, es decir ahorrar sólo en determinados momentos, cómo cuando tenemos pagas extras. Lo mejor es la constancia y sobre todo destinar una cantidad fija al ahorro, entre un diez y un treinta por ciento de tus ingresos.
Dejarlo para lo último, ese es otro de los errores que cometemos al ahorrar. Siempre encontramos una excusa para no hacerlo. El momento perfecto para empezar a ahorrar es cuanto antes.
Y otra cosa importante que no solemos hacer tampoco es separar los ahorros del dinero del día a día. El dinero que queramos ahorrar no puede estar en la misma cuenta bancaria que se utilice habitualmente. Según los expertos lo mejor es programar una transferencia periódica a otra cuenta bancaria en el momento que nos ingresen la nómina y por supuesto no disponer de tarjeta de débito de esa cuenta. Ese dinero debe ser intocable salvo en casos extremos cómo falta de empleo o una enfermedad.
Y por último intenta no ser impaciente con tus ahorros. Este es otro de los grandes errores. El ahorro funciona a largo plazo, no podemos ahorrar mucho dinero en poco tiempo.
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