Ana Obregón desvela a Sardá el mensaje que le dejó su hijo antes de morir

La actriz visitaba La gran confusión el sábado pasado

Ana Más

Ana Obregón visitaba el sábado pasado La gran confusión, el programa que presenta Javier Sardá en la primera de TVE. Ambos se fundían en un abrazo y la actriz reconocía que estaba feliz de volver a estar junto a Sardá con quién recordó que había trabajado hace años en muchos proyectos, “Estoy feliz de volver a verte” dijo.

Durante la entrevista contó algunas anécdotas de su vida profesional y personal. Respecto a la primera habló de su detención  por la policía de Los ángeles cuando acudía a un casting en el que tenía que interpretar a una prostituta.

“Estaba en Los Ángeles rodando el ‘Equipo A’ y me llama mi representante y me dice que Tom Cruise va a rodar una película y quería una actriz sin acento, que le daba igual que fuese de Italia, de España… el papel era de prostituta… Fui a la prueba y dijeron que era muy buena actriz pero que era sofisticada”.

Las emotivas declaraciones de Ana Obregón

Así que la Obregón ni corta ni perezosa decidió preparar a fondo su indumentaria para poder pasar el casting en cuestión, para ello estuvo una semana sin ducharse y se vistió con minifalda y botas altas al más puro estilo Pretty Woman. Como llegó media hora antes al casting, comenzó a pasear por la calle, una patrulla de policía  le dijo que no podía trabajar allí y por más que trató de explicarle a los agentes que era actriz, no coló y se la llevaron detenida. Una anécdota ante la que Sardá se quedaba boquiabierto.

Ya en un tono completamente distinto y visiblemente emocionada, la intérprete habló de su hijo Aless y de algo que él solía decir, «Lo decía mi hijo: lo único que te llevas es el tiempo y el amor que has dedicado a las personas que quieres. Mejor coleccionar momentos y no cosas. Dedícales este tiempo a las personas que quieres, es mejor que coleccionar vestidos, zapatos o premios. Ni siquiera los aplausos. Todo eso no significa nada».  Coleccionar momentos no cosas, esta era la recomendación que daba Ana Obregón a todo el mundo.

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