Una vuelta a la normalidad que también ha supuesto una vuelta a las redes, donde ha mostrado uno de sus ratos más agradables del día, en el sofá, disfrutando de un buen café y viendo la tele. Una foto al lado de la que ha escrito «vida», donde la joven muestra uno de los rincones de su salón, que no es precisamente un salón al uso.
Y es que Rocío Flores se ha decantado por una decoración de lo más macabra formada por una calavera en color oro que hace las veces de mesilla encima de la que ha colocado una cachimba.
Junto a la calavera y las cachimbas, la hija de Rocío Carrasco ha colocado unas botellas de cristal de diversos tamaños que utiliza a modo de decoración.
Otro elemento que parece encantarle son los budas, con los que tiene especial obsesión. Hace tiempo mostraba una foto de su terraza donde sobre el césped artificial se podía ver un buda, que no es el único de la casa, ya que en el salón sobre la mesa de la tele tiene otro.
Rocío lleva algo más de un año viviendo en su casa junto a su novio Manuel Bedmar, un piso ubicado en una urbanización de una buena zona de Málaga, con dos habitaciones y una amplia terraza con vistas al mar, que Manuel mostraba también hace meses en sus redes.
MÁS SOBRE: