Lo primero es hacerte con una buena libreta y dedicar veinte minutos a la semana a pensar qué comer el resto de la misma. Mejorarás tu organización, tu alimentación y además ahorrarás bastante, sin duda tres buenas razones para ponerte «manos a la obra».
A la vez que piensas el menú puedes ir elaborando la lista de la compra. Esto te facilitará mucho las cosas a la hora de ir al súper o al mercado.
Para elaborar tu plan de comidas ten en cuenta la importancia de comer verdura, verduras y hortalizas deben ser parte importante de la comida y de la cena.
Consulta cuáles son las de temporada, es mucho más barata y está en el mejor momento de maduración para su consumo. Puedes probar aquellas que no conoces, tus menús serán más variados y sostenibles.
Tú menú semanal para que sea saludable debe incluir:
Para hacerlo más fácil, los expertos aconsejan guiarse por el plato de Harvard para organizar una comida saludable, esto es 50% de verduras; 25% de cereales integrales y 25% de proteínas.
Una cuarta parte del plato deben ocuparlo el pescado, las carnes blancas, las legumbres y los huevos, es decir la proteína. Intentando evitar el consumo de carnes rojas, elementos cárnicos procesados y embutidos.
Y la otra cuarta parte del plato que nos faltaba deben ocuparlo los cereales integrales y granos enteros (trigo integral, cebada, quinoa, avena, tubérculos, arroz integral), estos aportan menos azúcar en la sangre que el arroz y el pan blancos.
Utiliza aceite de oliva virgen extra y evita el aceite de maíz, girasol y otros ya que tienen grasas de baja calidad.
Para elaborar tu menú semanal hazte con una plantilla dividida en los días de la semana en un lado y por otro las comidas del día.
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