Fue creado en 1947 por el psicoterapeuta suizo Max Lüscher. Actualmente, es muy utilizado como método en recursos humanos y en los procesos de selección de personal.
Por lo tanto, conocer la simbología de los colores y sus diferentes entendimientos y versiones podrán hacerte conocer mucho acerca de sus aptitudes y validaciones.
«Cada persona tiene su propio color, una tonalidad cuya luz se filtra a lo largo de los contornos del cuerpo», según cuenta el escritor Haruki Murakami. El color es uno de los elementos más estimulantes e inspirativos de toda la historia. Se encuentra en todas partes y su simbología dice mucho acerca del perfil psicológico de cada individuo.
La aplicación sencilla del test de Lüscher le ha hecho adquirir mucha popularidad. Este tipo de pruebas son aplicadas por los profesionales para analizar las personalidades de cada individuo.
En el procedimiento, se presentan ocho tarjetas de colores para que el sujeto las ordene en función de sus preferencias. Por lo tanto, no se trata de elegir el color preferido o despreciado, sino de hacer una lista ordenada de las preferencias cromáticas en base a los ocho colores que aparecen en las tarjetas.
Se tiene en cuenta las sensaciones para la elección del orden de los colores, es decir, se trata de una elección que no se basa en el razonamiento, sino en el impulso sensorial.
Representa el equilibrio, la armonía y la paz interior. Ofrece un efecto calmante sobre el sistema nervioso central, disminuyendo el ritmo cardiaco y la frecuencia respiratoria. Según el esquema del test de los colores de Lüscher, si el azul aparece en las primeras posiciones significaría que la persona busca equilibrio. Si está en las últimas podría indicar la imposibilidad de alcanzar dicho equilibrio.
Es utilizado para representar la naturaleza y simboliza la esperanza y la serenidad. Puede significar la necesidad de autoafirmación y/o impulso por defenderse. Si está entre los colores más rechazados podría indicar problemas de dependencia con otra persona o inestabilidad emocional.
Este color cálido se asocia al amor y a la pasión, pero también al peligro y a la advertencia. Si aparece al principio significa el deseo de acción, por el contrario, se traduce como freno o represión en los impulsos.
Es el color de la luz y la alegría, pero también de la enfermedad. Elegirlo en última posición puede reflejar el sentimiento de vacío o el pesimismo, mientras que si es uno de los preferidos puede traducirse por optimismo y confianza en el futuro.
Simboliza el misterio, así como la tristeza o el misticismo. Elegirlo como última posición puede dificultar la interpretación de la personalidad del sujeto por sus variadas connotaciones. No obstante, en los primeros puestos podría indicar vanidad y en los puestos intermedios, sensibilidad y empatía.
Es el tono completamente libre de cualquier tendencia psíquica. No obstante, si se elegir en primer lugar podría traducirse como una conducta evasiva. En los últimos lugares puede significar un rechazo de la neutralidad.
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