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El nuevo debate: ¿Hilo dental o irrigador para tu higiene bucal?
El cepillado de dientes no es suficiente para una buena salud bucodental
Para una correcta higiene bucodental es aconsejable cepillarse los dientes al menos dos veces al día. Pero el cepillado no siempre limpia tan en profundidad como querríamos y, por eso, se recomienda complementarlo con el hilo dental, ya que retira los restos de comida y bacterias que quedan almacenados en las zonas menos accesibles de los dientes.
El hecho de no usar hilo dental a diario puede ocasionar sarro a la larga, lo que realmente puede provocar graves problemas gingivales. Sin embargo, desde hace tiempo muchos usuarios han sucumbido al irrigador por su fácil uso en la limpieza dental.
Este aparato, que cumple la misma función que el hilo dental: mantener una correcta higiene dental, lleva tiempo convirtiéndose en uno de los imprescindibles en la bolsa de aseo. En Cadena Dial, te brindamos algunas de las claves a valorar antes de decantarte por el hilo dental o el irrigador:
- Comodidad y facilidad de uso. El hilo dental es un clásico y muy fácil de aplicar, pero requiere un poco de destreza para que cumpla su funcionamiento correctamente. En cambio, el irrigador bucal es mucho más fácil de utilizar ya que lo hace todo por ti y tú solo tienes que presionar el botón y mover el aparato por tus encías.
- Electricidad. Es cierto que la gran mayoría de irrigadores que hay en el mercado son eléctricos y siempre requerirán de carga eléctrica para poder utilizarlos. En contraposición, el hilo dental no necesita nada de esto para su uso.
- Adaptabilidad. Los hilos dentales no son los mejores aliados para aquellas personas que tienen encías sensibles. En cambio, el irrigador bucal sí, ya que ofrece la posibilidad de ajustar la presión del agua para tener una experiencia indolora.
¿Cuál de las dos opciones es mejor?
Llegados a este punto es importante que sepas que no es recomendable utilizar uno u otro, sino que lo correcto para tener una buena higiene bucodental es hacer uso de los dos. Si en tu rutina diaria solo tienes en cuenta el hilo dental conseguirás retirar los restos de comida y placa, pero no lograrás el resultado que sí alcanza el irrigador, que suele ser un poco más completo.
Aunque si presentas alguna de las siguientes circunstancias es recomendable recurrir únicamente al irrigador:
- Encías sensibles. Estos aparatos eléctricos ayudan a que la persona que presenta esa sensibilidad no sienta dolor en su rutina de cuidados.
- Ortodoncia fija. El hecho de llevar ortodoncia dificulta en muchas ocasiones el uso del hilo dental. Por eso, recurrir al agua a presión de los irrigadores es la mejor forma de eliminar los restos que quedan en los dientes tras el cepillado.
- Dificultades para la movilidad. El irrigador bucal siempre será buena opción para aquellas personas que padecen problemas de movilidad, como la artritis ya que no resultará doloroso.
Así que, si estás pensando en complementar tu cepillado de dientes con el hilo dental o el irrigador, ten en cuenta las circunstancias aquí descritas y en función de eso, decántate por una de las dos opciones o usa las dos para que la limpieza sea de lo más completa.