Sin embargo, esta que parece una idea de lo más atractiva a simple vista porque nos ayuda a optimizar el espacio y a tenerlo todo más a mano para elaborar nuestros platos y guisos, no conjugan todo lo bien que deberían. Al parecer, con el paso de los días las patatas y las cebollas, sobre todo en épocas de mucho calor, desprenden etileno, un gas natural que se genera para regular los procesos de maduración en las frutas, las verduras y hasta las flores.
Por eso, aunque guardes estos productos frescos en tu despensa el paso de los días acaba haciendo mella porque rápidamente te das cuenta que empieza a oler muy fuerte y que el aspecto comienza a rozar lo no saludable. El mayor problema se genera cuando las patatas y las cebollas conviven de forma conjunta en un cesto o una bolsa, ya que, si de por sí pueden producir este gas, al juntarse el efecto es mayor: primero ablandamiento, después ennegrecimiento y finalmente, putrefacción.
Seguro que desconocías que la gran parte de los productos que son extraídos del huerto son generadores de etileno, ya que es la vía que encuentran para poder traspirar. Las frutas y las verduras unidas a las flores son elementos naturales, que siguen respirando, incluso después de haberlo cosechado. Durante este proceso también producen esta sustancia, además de dióxido de carbono y mucha agua.
Pero eso no quiere decir que estén exentos de patógenos y bacterias en la tierra, todo lo contrario. Están muy expuestos y si padecen alguna de ellos, estos afectan negativamente a la calidad del producto cuando además estos entran en contacto con el etileno. ¿El resultado? Sorprendentemente los tejidos vegetales acaban iniciando un proceso de degeneración. Aunque este sea lento, al final es cuestión de días que el producto llegué a estar en mal estado.
Una vez que ya has conocido que las patatas y las cebollas no pueden conservarse de forma conjunta, es importante que guardes ambos productos en diferentes puntos de la cocina o la despensa. De esta forma, evitarás que entren en contacto y no puedan ser utilizables.
Llegados a este punto, desde Cadena Dial hemos querido transmitirte algunos consejos para que tengas en cuenta a la hora de escoger el sitio de almacenaje de estos alimentos. Por un lado, es mejor que estos tubérculos estén lo menos expuestos al sol y a la luz, ya que de lo contrario, su actividad fisiológica y metabólica se incrementará notablemente y su aspecto comenzará a cambiar considerablemente.