La impactante escena ha tenido lugar en el Mundial de Natación, celebrado en la ciudad de Budapest. Concretamente, en la final del solo libre de natación artística. Anita estaba a pocos segundos de dar por finalizado su ejercicio cuando perdió el conocimiento y el drama se apoderó de la competición.
Andrea Fuentes es la nadadora española más laureada de la historia. Tras casi una treintena de medallas en Juegos Olímpicos, Mundiales y europeos, en 2013 se retiró de la natación artística, donde formó pareja con Gemma Mengual.
A partir de dicho año, se dedicó a entrenar deportistas. Por ejemplo, a la estadounidense Anita Álvarez, a quien acaba de salvar la vida. Estas imágenes pasarán a la historia:
Anita Álvarez ha protagonizado el momento más dramático del Mundial de natación. La nadadora ha perdido el conocimiento y se ha quedado en el fondo de la piscina. Su entrenadora, la española Andrea Fuentes, ha sido quién la ha rescatado https://t.co/pipX4aEUUx pic.twitter.com/WWHkIWN4r6
— EL PAÍS (@el_pais) June 23, 2022
“Los deportistas buscamos el límite del cuerpo y a veces lo encontramos”, ha comentado ayer, tras lo sucedido, a nuestros compañeros de El Larguero.
“He visto que los socorristas no se tiraban al agua porque estaban paralizados. Yo les gritaba desde la otra punta que se metieran al agua ya. He visto cómo se quedaban embobados y me he tirado al agua directa hacia ella. Veía como ella se iba hundiendo y yo nadaba lo más rápido que podía”, relató sobre lo ocurrido.
“He hecho la apnea más rápida de mi vida, más que cuando me preparaba para los Juegos Olímpicos. Ahora se recuerda como un cuento raro”. Una acción que ha permitido que Anita Álvarez se encuentre en «perfecto estado».
Andrea ha dejado patente en el programa deportivo su indignación ante las malas prácticas de los servicios de socorrismo del Mundial. “Cuando he llegado a ella, he visto al socorrista nadando a su ritmo. Yo la cogí y le saqué, pero veía que no respiraba y tenía la mandíbula cerrada y súper dura. Le he metido dos bofetadas y la he gritado: ¡Anita, respira! Y ella no respiraba«.
«El socorrista la mantenía bocarriba. En los primeros auxilios te enseñan que cuando uno no respira hay que ponerlo de lado y yo le giraba la cabeza porque el otro no se enteraba de nada. Los tuve que rescatar a los dos casi porque el otro no sabía nadar bien”.
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