Pero quizá el más llamativo tiene que ver con su físico. Considerada una de las actrices más bellas de nuestro país, la Pataki ha hecho una confesión que nos ha dejado ojipláticos. ¡El complejo que arrastraba desde pequeña desapareció al conocer a su actual marido!
Fue una especie de tratamiento de choque, tal como ella describía para la revista: “Cuando era muy jovencita, tenía complejo de bajita y llevaba siempre tacones muy altos e incluso andaba de puntillas cuando iba descalza por casa. Pues, curiosamente, se me quitó cuando conocí a Chris, que mide casi dos metros. A partir de ahí, llevo tacones solo en eventos y andar descalza no me supone ningún problema. Es como una aceptación total: ‘Sí, soy bajita, sobre todo al lado de mi marido, ¿y qué?’”, sentencia la actriz.
Y tras desvelar que como cualquier mortal ha tenido su complejo, explica que le encanta salir a la calle como dirían nuestras abuelas: «con la cara lavada y recién peiná«. Que se pirra por la ropa cómoda, pero que también es coqueta. Y que le gusta saberse guapa, verse atractiva y que los demás, también la sientan así. Por eso, su punto de coquetería no se lo quita nadie aunque -confiesa- «las arrugas no me quitan el sueño».
Y como no. llegó el momento de predicar las bondades del ayuno intermitente, la dieta que practica desde hace años y sobre la que incluso ha llegado a escribir un libro y predica en redes. Su filosofía de vida incluye cuidar la alimentación y hacer ejercicio. «El ayuno intermitente -comenta– es parte de este enfoque saludable que doy a mi alimentación, ya que me he acostumbrado a ello y me encuentro muy bien, aunque no es algo que lleve a rajatabla. Si tengo que saltarlo por razones de viaje, acontecimientos o simplemente porque me apetezca, lo hago sin ningún problema. ¡Tampoco hay que exagerar!»
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