Dulceída sobre Kiko Jiménez: «No me parece bien lo que ha hecho»

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Dulceída es copropietaria de una agencia de comunicación que lleva la imagen de personajes como Gloria Camila y Kiko Jiménez entre otros. Y precisamente la actividad de este como influencer ha sido puesta en tela de juicio después de que Sálvame sacar que el colaborador había subido a sus redes un video con publicidad encubierta de una página de contactos.

Adela González contaba en Sálvame el martes pasado que Kiko podría haber tenido problemas con sus redes sociales, “Es algo que tú has colgado”, le explicaba la presentadora, además de contar que su agencia le había rechazado por ese motivo.

El colaborador lo negaba rotundamente,  “A mí no me preocupa, pero parece que a vosotros sí. Es falso, no me han echado de la agencia ni mucho menos, tampoco me han dado un toque de atención”. Y añadía que lo que ocurrió fue que «libremente» dio su opinión sobre un tema, algo que por otra parte hace con frecuencia.

El trabajo de Kiko Jiménez cómo influencer

Dulceida se ha limitado a decir que no le parece bien lo que ha hecho pero que no tiene nada que ver con la agencia. Respecto a su despido ha dicho que lo están viendo internamente además de añadir  «Yo personalmente conozco poquito a Kiko, pero me cae muy bien».

Lo que parece claro tal y como explican desde Semana es que » Kiko Jiménez gana suculentas cantidades de dinero gracias a su faceta como influencer». Y añaden que «según la redacción de ‘Sálvame’, se desembolsa «en torno a los 2.000 y 3.000 euros» por subir publicidades a sus redes sociales». Actualmente tiene 438.000 followers y  fue a raíz de su relación con Sofía Suescun cuando ganó la mayor parte de ellos.

Algo que ha podido comprobar un equipo de Sálvame, que tal y como explican desde mundodeportivo.com, le ha acompañado durante 48 horas para ver cómo vive un influencer y «…ha mostrado al público cómo vivir gratis durante dos días al completo. Ser influencer es sinónimo de comer en restaurantes lujosos, hospedarse en hoteles 5 estrellas, ir a festivales día sí y día también, conducir el coche que se quiera, recibir prendas de ropa gratis y un largo etcétera, y la mayoría de cosas sin pagar ni un euro.»