Lo primero detente en la cama, la mejor opción es una cama pequeña pero sobre todo lo más importante es que sea baja. Si no te gustan las camas estilo tatami siempre puedes escoger una con las patas pequeñas y delgadas. La altura de la cama y del colchón son esenciales y poner un cabecero no restará espacio. Eso si, escoge entre cabecero y cuadro, todo recargará mucho el espacio. Piensa que el dormitorio es para relajarse y puedes crear el efecto contrario si le pones demasiados complementos.
La luz es otro elemento esencial, es importante que haya un punto focal que capte nuestra atención y de calidez al espacio, una buena opción es una lámpara de pie.
En cuanto a las mesitas de noche, una buena opción es poner una redondita pequeña e incluso un pequeño banco. Debe estar equilibrada con el resto de la decoración y no ser demasiado pequeña o endeble y algo importante no la llenes de objetos, en una habitación pequeña dos o tres cosas como mucho en la mesita: un libro y una lamparita es perfecto.
Otra cosa que puede aportar armonía a tu habitación pequeña es la ropa de cama. Una cama llena de almohadas dará solo sensación de agobio y pesadez. Pon algo ligero, en tonos pastel y estampados muy suaves.
Ten en cuenta además que es esencial mantener el orden para que tu dormitorio no parezca más pequeño aun. Intenta colocar muebles funcionales como un arcón para guardar la ropa de cama. Y sobre todo piensa piensa bien en lo que vas a usar de verdad, no recargues la habitación de muebles tipo tocador que sólo aportarán pesadez.
El color de los muebles también es importante, los muebles en tonos oscuros son muy bonitos, pero si la habitación es oscura solo conseguirás que lo parezca más aún.
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