Steve Kerr es el actual entrenador de los Golden State Warriors en la NBA, pero en la rueda de prensa que este martes se ofrecía antes de que su equipo se enfrentara a los Dallas Mavericks en la recta final de los playoffs este se negó a hablar de baloncesto. ¿La razón? El tiroteo llevado a cabo por un joven de 18 años en un colegio de Texas, Estados Unidos, y que se cobró la vida de 19 niños y dos profesoras.
Este suceso ha encogido el corazón de todos alrededor del mundo y ha vuelto a poner sobre la mesa el debate del uso de armas en el país norteamericano. En Texas concretamente estas son muy populares y no es necesario tener un permiso especial para llevarlas encima.
«No voy a hablar nada de baloncesto«, comenzaba diciendo Kerr ante los medios. Con la voz entrecortada, este aseguraba que no había pasado nada en su equipo en las últimas seis horas y actuarían de la misma manera en la cancha que días anteriores.
«Desde que se produjo el tiroteo 14 niños han fallecido a 643 km de aquí. Y una profesora«, expresaba este según los datos que se tenían en ese momento. Lamentablemente con el paso de las horas las cifras de fallecidos siguió creciendo.
Y esta no es la única noticia desagradable que ha golpeado a Estados Unidos recientemente. «En los últimos días hemos tenido ancianos negros asesinados en un supermercado en Buffalo, feligreses asiáticos asesinados en el sur de California. Y ahora tenemos niños asesinados en una escuela. ¿Cuándo vamos a hacer algo?«, apuntaba este enfadado.
«Estoy tan cansado de venir aquí y dar las condolencias a las familias devastadas que están ahí fuera. Estoy cansado de excusas, de momentos de silencio… ¡Basta ya!«, agregaba Kerr ante las cámaras. Unas palabras que han dado la vuelta al mundo.
El atentado que cambió la vida del entrenador Steve Kerr
El también exjugador de baloncesto no se ha mostrado impasible ante este terrible acontecimiento. Este sabe lo que es sufrir una pérdida por culpa de las armas. Su padre, Malcom Kerr, fue asesinado en Beirut (Líbano) a los 52 años en un atentado cuando salía de su oficina.
Corría el año 1984 cuando este, que ejercía como presidente de la Universidad Americana de Beirut, fue asesinado a tiros por dos tipos armados que más tarde se descubrió que actuaban en nombre de la Yihad Islámica. Steve Kerr no había cumplido siquiera los 20 años cuando le arrebataron a su padre.
