Nouvelle-Aquitaine, la región más extensa de Francia, ofrece al otro lado de la frontera española numerosos encantos llenos de sorpresas para disfrutar de tus vacaciones.
Desde las vecinas cumbres pirenaicas hasta 750 kilómetros de paisajes atlánticos pasando por bucólicos escenarios de interior, ciudades dinámicas con monumentos de gran valor como Burdeos, Bayona, Limoges o Poitiers, playas salvajes y solitarias, cuevas prehistóricas, parques naturales, actividades familiares y, por supuesto, una gastronomía y unos vinos excelentes.
Nouvelle-Aquitaine aspira a convertirse en el primer destino sostenible de Francia con un sinfín de experiencias y diversión para disfrutar todo el año.
Tanto si se viaja en pareja, con amigos o familia, o también solo, se encuentran planes para todos los gustos a lo largo de la región. Por ejemplo, un crucero fluvial de varios días de duración por los viñedos de Burdeos y el Médoc, llegar hasta el faro de Cordouan, Patrimonio Mundial de la Unesco situado en medio del mar, subir a la duna más alta de Europa, noches de acampada bajo las estrellas en el Parque Natural Regional de Millevaches, paseos a pie hasta las islas salvajes de Aix y Madame, catas de vinos y la mejor gastronomía, un recorrido en el tren eléctrico más alto del mundo con vistas a los Pirineos, explorar en barco el Marais Poitevin y también disfrutar de una comida y visitar el ecosistema Darwin, un lugar bio-alternativo de Burdeos y mucho más.
Todo es fácil en esta ciudad. Un simple paseo a lo largo de las murallas permite conocer los principales monumentos, las iglesias románicas y los jardines de la ciudad. Desde la Edad Media la ciudad era famosa por la fabricación de papel y ahora es reconocida como la ciudad del cómic, una ciudad en la que la calle principal lleva el nombre de uno de sus grandes héroes, Hergé.
Burdeos, la capital de Nueva Aquitania y puerta de entrada a la región, es una ciudad con un rico patrimonio, numerosos sitios y monumentos -históricos o modernos-, con un arte de vivir tradicional y típico. Su centro histórico forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2007. Cuenta con más de 350 edificios declarados o inscritos en la lista de monumentos históricos, incluidos tres edificios religiosos inscritos en el Patrimonio Mundial desde 1998 como parte del Camino de Santiago. En la Place de la Bourse, frente a un edificio monumental de casi tres siglos, está la principal atracción de la ciudad, el Espejo de Agua, el lugar más fotografiado de Burdeos, obra del arquitecto paisajista Michel Corajoud, alterna extraordinarios efectos de espejo y niebla.
Poitiers parece vivir entre dos realidades bien distintas. Por un lado su rico pasado histórico, que le ha permitido conservar un abundante patrimonio arquitectónico y cultural compuesto por unos 600 monumentos y, por otro, la apuesta de futuro que se vive a pocos kilómetros de la ciudad en el parque Futuroscope, convertido en su atracción estrella y principal suministradora de visitantes. Como su nombre indica es un parque del futuro, de la alta tecnología, de las tres o cuatro dimensiones en pantallas gigantes, de la realidad virtual, de los efectos sensoriales, de los grandes espectáculos… La novedad a partir del 2 de julio es «Cazadores de Tornados» en el que uno se siente atrapado en un torbellino, viviendo la acción en el corazón de una pantalla circular LED con efectos especiales y escenas «en vivo». Todo esto en una plataforma que sube, baja, se inclina y gira.
Sello español en esta ciudad francesa y también medio española ideal para pasar tus vacaciones. Gracias a la emperatriz Eugenia, la ciudad se convirtió de antiguo puerto de pescadores en una estación termal de moda, y sigue siendo hoy en día un destino estrella del golf, del surf, de la puesta en forma y del turismo de negocios. En Biarritz, el buen vivir es rey y es un excelente punto de partida para explorar el País Vasco francés.
Pequeños puertos de cultivo de ostras, playas de fina arena, bosques de pinos… Vacaciones a 50 kilómetros de Burdeos, la bahía de Arcachon también tiene una serie de ciudades y pueblos, así como la famosa duna de Pilat y la encantadora península de Lège-Cap-Ferret. Buenas razones para descubrir este rincón de Francia donde las mareas y la corriente han dado forma a un paisaje extraordinario. Imprescindible subir a pie (no hay otra forma) a la duna más alta de Europa, con 109 metros de alto, 2.700 metros de largo, 500 metros de ancho y 60 millones de metros cúbicos de arena. Pero el esfuerzo merece la pena porque, en la cima, el panorama de 360° sobre la bahía de Arcachon, el océano, la reserva natural de Banc d’Arguin, el faro de Cap Ferret y el gran bosque de pinos son sublimes en cualquier momento del día.
Playas naturales, de moda, deportivas, familiares, naturistas para tus vacaciones… También en las Landas hay para todos los gustos y espacio para todo el mundo con 106 km. de arena fina y quince pueblos costeros, de sur a norte. Un destino incomparable para los amantes del surf, de la vela, de los grandes espacios naturales, del bienestar o simplemente del descanso. Las Landas son desde hace tiempo un destino predilecto de vacaciones para los adeptos del naturismo, para los que existen lugares y servicios específicos. La playa de Culs-Nus (el nombre no puede ser más indicado) en Hossegor y la playa de Arnaoutchot en Vielle-Saint-Girons son dos playas con servicio de socorrismo donde el naturismo está oficialmente permitido.
Situado en el corazón del Périgord Noir, el valle de la Vézère ofrece un paisaje de acantilados al pie de los cuales fluye el río Vézère. Pero, además de ese exterior deslumbrante, en su interior propone hasta 15 cuevas y sitios prehistóricos, entre ellos la famosa cueva de Lascaux, reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Aunque el original, como ocurre con Altamira y otras cuevas con pinturas prehistóricas, no puede ser visitado por el público para no deteriorarlas, sí puede verse la mayor réplica de una cueva ornamentada del mundo y a admirar las pinturas, los grabados y otros elementos prehistóricos de esta obra maestra de la humanidad de 20.000 años de antigüedad. Pero saliendo de la cueva se descubre un lugar impresionante: el entorno natural preservado del valle de la Vezere que lo convierte en un destino ideal para las actividades en plena naturaleza durante tus vacaciones.
Si la porcelana es el emblema de Limoges, la capital mundial de las artes del fuego es también una ciudad de arte e historia que se puede recorrer a despacio y con delicadeza como en una tienda de porcelana. Para ver la ciudad medieval hay que empezar admirando la catedral de Saint-Etienne, de estilo gótico, es notable por sus vitrales y gárgolas y está cerca de los jardines del Obispado. En su interior se puede descubrir la mayor Virgen Negra del mundo, su particularidad es que está hecha de esmalte. Imprescindible visitar la soberbia e inolvidable estación de tren des Bénédictins, monumento emblemático de la ciudad con su majestuoso campanario de 61 metros de altura, la cúpula y las vidrieras art déco… una de las estaciones más bonitas de Europa para disfrutar en vacaciones.
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