La semana pasada se celebraba el Día mundial de la Menopausia, una palabra que está cargada de connotaciones negativas, que suelen estar asociadas a las molestias que esta trae consigo. Una de las más frecuentes y comunes son precisamente los sofocos. Algo que sufren un 75 por ciento de mujeres que pasan por esa etapa.
Además de frecuentes son muy molestos, ya que se caracterizan por una sensación de calor que llega de repente en la zona del cuello, la cara y el pecho, además de venir acompañada de sudoración y malestar. Todo esto puede llegar a durar unos dos minutos y suceder en torno a tres veces durante el día.
Tal y como explican desde la web de la Clínica Mayo, «el estrógeno es la principal hormona utilizada para reducir los sofocos. La mayoría de las mujeres que se han sometido a una histerectomía pueden tomar estrógeno solo. Pero si todavía tienes útero, debes tomar progesterona con estrógeno para protegerte contra el cáncer del revestimiento del útero (cáncer de endometrio).»
La dieta que alivia los sofocos de la menopausia
Y es que efectivamente hasta ahora la terapia de remplazo hormonal era la forma más eficaz de aliviarlos. Pero tal y como explican desde Uppers.es, «no todas las mujeres pueden someterse a ella. En los casos afirmativos, es especialmente eficaz si se empieza a tomar en los primeros diez años tras el último periodo y antes de cumplir los 60. Su efectividad se sitúa entre el 70 y el 90%…».
Sin embargo, ahora un equipo de investigadores, liderados por Neal Barnard, presidente del Comité de Médicos de la Universidad George Washington, han visto que la alimentación puede conseguir efectos muy parecidos. El estudio lo ha publicado en la revista Menopause, La Sociedad Norteamericana de Menopausia y afirma que «una dieta mayoritariamente vegetariana y rica en soja reduce este síntoma y ayuda a las mujeres a perder unos 3,6 kg en tres meses.»
La dieta en cuestión está basada en tres pilares:
Evitar los productos de origen animal
reducir la grasa
Agregar una porción de soja
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Además desde Saber Vivir explican que hay una serie de alimentos que podemos incluir en nuestra alimentación para aliviar este tipo de síntomas entre los que están, el plátano macho, las frutas del bosque, la manzana, el pescado azul, las nueces, las semillas de lino, el sésamo, las fresas, las judías verdes y los guisantes.